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Bosch quiere perfeccionar las capacidades de la IA generativa para seguir mejorando las funciones de conducción automatizada.
Para ello, ha unido fuerzas con Microsoft para explorar posibilidades de colaboración y de aprovechamiento de la capacidad de la IA generativa. La mayor expectativa respecto a la IA generativa es que permita a los vehículos evaluar situaciones y reaccionar en consecuencia y, de esta manera, proporcionar aún más seguridad a los usuarios de la carretera. Una mayor seguridad en las carreteras es también el deseo del 60 % de los encuestados en la Bosch Tech Compass de este año, una encuesta representativa de Bosch a nivel mundial sobre tecnología e inteligencia artificial.
Las dos empresas prevén que una colaboración llevaría al siguiente nivel el rendimiento de las funciones de conducción automatizada, ya que la IA generativa podría contribuir a mejorar la comodidad en el vehículo y a proporcionar más seguridad a todos los usuarios de la carretera. Para lograrlo, es de gran valor el amplio conocimiento de Bosch sobre los vehículos, su experiencia en IA específica para automoción, así como su acceso a los datos de los sensores del vehículo para alimentar la IA generativa.
Incluso hoy en día, cuando se trata de entrenar sistemas para la conducción automatizada, la IA se topa irremediablemente con sus límites. Los sistemas actuales de asistencia al conductor pueden detectar personas, animales, objetos y vehículos, pero en un futuro próximo la IA generativa podría ayudar a determinar si una situación podría provocar un accidente. Esta herramienta utiliza grandes cantidades de datos para entrenar a los sistemas de conducción automatizada, permitiéndole extraer conclusiones mejoradas a partir de estos datos. Así, en un futuro podría deducir si un objeto en la carretera es una bolsa de plástico o una pieza dañada del vehículo. Esta información se puede utilizar para comunicárselo directamente al conductor mostrando, por ejemplo, una advertencia, o para iniciar maniobras de conducción adecuadas, como frenar encendiendo las luces de emergencia.
Por eso, Bosch y Microsoft se han asociado para desarrollar una plataforma de software universal que conecte continuamente los coches y la nube, y quieren trabajar juntos para identificar nuevas oportunidades de aportar tecnología de IA de vanguardia a sus clientes y a la industria de los vehículos autónomos.