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DES – Digital Enterprise Show, el evento europeo dedicado a las tecnologías exponenciales, dio el 11 de junio el pistoletazo de salida en Málaga, poniendo sobre la mesa el enfoque ético y humano de la aplicación de la IA. Grandes gurús tecnológicos han explorado los retos, beneficios y la influencia que está teniendo la herramienta de aprendizaje generativo en la comunidad y en los negocios.
Mark Minevich, asesor de la ONU y copresidente de AI for the Planet Alliance, fue uno de los que levantó gran expectación en su sesión. En ella afirmó que la aplicación de la IA Generativa “debe de centrarse en el ser humano, la ética, en los modelos sostenibles y en el futuro de la salud”.
Asimismo, tras la irrupción de Chat GPT en 2023, el experto apunta que “2024 será el año donde nos centraremos en la personalización, la mejora de los mercados predictivos y la productividad en las cadenas de suministros”, mientras que para 2025, “escalaremos los casos de usos actuales”. Minevich matizó que, aunque nos encontramos en un estado de exageración de la IA, también estamos experimentando un crecimiento significativo. “Si no eres una empresa impulsada por la IA en 2025, no importarás”, sentenció. Según el asesor, los últimos informes destacan que la inversión en IA alcanzará los 151.100 millones de dólares, lo que también tendrá retos técnicos y legales, como los derechos de autor.
Precisamente, sobre regulación ahondó Dan Nechita, jefe de gabinete de Dragos Tudorache en el Parlamento Europeo, que es quien lidera la Comisión Especial sobre IA creada por la Eurocámara. Nechita compartió la visión general de la normativa señalando que “se trata de especificar cómo se utiliza la IA en Europa de formas que no aceptamos” aunque “la prohibición es una herramienta de último recurso”.
El experto abordó los distintos riesgos que contempla la ley, desde el alto, que regula el impacto de la IA en los derechos fundamentales, a los riesgos medios, donde puede influir en las personas con experiencias como los Deep fakes o chatbots. “Las IA prohibidas pueden ser objeto de negociación para su uso por parte de los gobiernos y el Estado. Hay argumentos para ciertos casos de uso. Pero queríamos asegurarnos de que hubiera límites. Por ejemplo, el reconocimiento facial en lugares públicos necesita aprobación para situaciones concretar”, indicó.
Tras la votación final hace unas semanas de la ley, enumeró los próximos pasos de la normativa, ya que la plena aplicación “tardará unos años”. Pronto se publicará en el Diario Europeo y en 12 meses tendrá lugar la creación de la Oficina de AI. A continuación, habrá un periodo de tiempo para los productos que ya incorporan la herramienta digital, con el fin de no sobrecargar el mercado. “La Ley de IA está preparada para el futuro, ya que muchas partes pueden actualizarse sin tener que pasar de nuevo por todo el proceso”.
Quien también apostó por la regulación como una buena noticia para proteger los derechos civiles fue Millán Bezosa, que fue director de alianzas estratégicas en España y Portugal de Meta: “Ahora tenemos la Directiva sobre IA, directiva paraguas en la UE, a partir de la que los países individuales deben adaptarse. Se necesita un ‘botón rojo’ en caso de que las cosas no funcionen como se espera. No se puede simplemente robar contenidos a la gente”.