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El centro tecnológico, NEIKER, entidad dependiente del departamento de Alimentación, Desarrollo Rural y Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, lidera un consorcio europeo compuesto por 21 socios de 7 estados para impulsar la producción de fertilizantes sostenibles a partir de residuos agroalimentarios.
La iniciativa, denominada LANDFEED, tendrá una duración de 4 años y contribuirá al desarrollo de una agricultura europea más sostenible, promoviendo la recuperación de residuos, reduciendo la huella de carbono y mejorando la salud de los suelos.
Los fertilizantes minerales, como los compuestos de nitrógeno, fósforo y potasio son los más utilizados en la agricultura europea, sin embargo, su producción energética genera una gran huella de carbono.
El nuevo proyecto, que cuenta con un presupuesto de 6,6 millones de euros, surge como una alternativa prometedora al proponer la transformación de residuos agroalimentarios en biofertilizantes que, además de ser más sostenibles, permiten mejorar la estructura del suelo y reducir su erosión. Esta iniciativa se alinea con la estrategia europea de transición hacia una agricultura más respetuosa con el medio ambiente.
Además de liderar el proyecto, NEIKER se encargará del desarrollo de recubrimientos biodegradables basados en algas para estos fertilizantes, con el fin de mejorar la liberación de nutrientes y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos recubrimientos permiten que los nutrientes se liberen de manera más controlada, favoreciendo un crecimiento más eficiente de las plantas.
“Nuestro objetivo es crear fertilizantes que no solo sean más sostenibles, sino que también permitan mejorar la salud del suelo y la biodiversidad, reduciendo al mismo tiempo el impacto ambiental”, explica Miriam Pinto, investigadora en revalorización de residuos en NEIKER y coordinadora del proyecto.
En el marco del proyecto, se prevé la validación de diez nuevos biofertilizantes mediante ensayos en varias ubicaciones europeas, para demostrar su eficacia en distintas condiciones climáticas y tipos de suelo. Estos fertilizantes estarán disponibles a precios competitivos, lo que permitirá a los agricultores reducir su dependencia de fertilizantes minerales y enfrentar los desafíos del cambio climático.
Uno de los principales objetivos del proyecto es el impulso de las economías rurales y periféricas a través de la creación de nuevas líneas de negocio basadas en la bioeconomía. Se estima que el proyecto generará hasta 150 empleos en regiones como Teruel y Jaén en el estado español, así como en otras áreas de Francia e Italia. Además, la producción local de biofertilizantes reducirá la dependencia de la Unión Europea de recursos externos, mejorando la autosuficiencia agrícola y fortaleciendo la sostenibilidad de la cadena de valor de los fertilizantes.
Además, LANDFEED también contribuirá a la reducción de la huella de carbono de la agricultura europea, alineándose con los objetivos del Green Deal de la Unión Europea y el Acuerdo de París. El proyecto aspira a reducir el consumo de agua y energía en la producción de fertilizantes, así como a mejorar la captura de carbono en los suelos agrícolas.