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Las plantas fotovoltaicas Trujillo y Picón, construidas y operadas por ABEI Energy en Cáceres y Ciudad Real, y propiedad del grupo Reichmuth & Co Infrastructure; se convierten en los proyectos número cuarenta y tres en obtener el Sello de Excelencia para la Sostenibilidad de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que reconoce las plantas de energía fotovoltaica en suelo realizadas con los mayores criterios de integración social y ambiental, y economía circular.
Después de superar una auditoría independiente, UNEF ha dictaminado que ambos proyectos se encuentran integrados en el territorio en el que se sitúan, desde el respeto a la biodiversidad y a la ciudadanía.
El Sello de Excelencia en Sostenibilidad fue creado por UNEF en 2020 para difundir las buenas prácticas del sector fotovoltaico español, reforzando el compromiso del sector fotovoltaico nacional con una transición energética sostenible. UNEF se convirtió así en la primera entidad en diseñar a nivel mundial un sistema propio para la certificación de la sostenibilidad de las instalaciones fotovoltaicas, dirigido a todas las empresas que puedan tener interés en obtenerlo, ya sean desarrolladoras, constructoras, propietarias o cualesquiera otras en el segmento de las plantas solares en suelo.
“Siempre nos hemos exigido hacer bien las cosas como sector, ya que creemos que nuestro futuro no puede entenderse sin la convivencia y la creación de valor añadido entre la población, el territorio y su biodiversidad y los proyectos”, ha recalcado José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica.
El proyecto fotovoltaico Trujillo, situado en Torrecillas de la Tiesa, Cáceres, tiene la capacidad de producir 112 GWh/ de energía limpia, lo que equivale a suministrar energía a 32.000 hogares al año, evitando la emisión de 33.000 toneladas de CO2 al año.
Ha generado 289 puestos de trabajo de personal local durante toda la construcción y ha supuesto la contratación de 181 empresas de la región. Además, como beneficio social, se ha realizado una instalación de paneles solares en la piscina municipal de Aldeacentenera por valor de 20 mil euros.
Respecto a las medidas medioambientales impulsadas en la construcción de este proyecto, se ha realizado un acuerdo con una ONG local en coordinación con la DGS para realizar un estudio sobre la población comarcal de milano real. En el entorno de la planta, se han colocado además refugios de reptiles y cajas nido de cernícalo, con su consiguiente seguimiento.
El proyecto fotovoltaico Picón, situado en la localidad del mismo nombre, en Ciudad Real, tiene la capacidad de producir 72 GWh/ de energía limpia, lo que equivale a suministrar energía a 20.500 hogares al año, evitando la emisión de 21.000 toneladas de CO2 al año.
Ha generado 118 puestos de trabajo de personal local durante toda la construcción y ha supuesto la contratación de 78 empresas de la región. Como beneficio social, se ha realizado una instalación de paneles solares en el colegido “José María del Moral” de Picón por un valor de 10 mil euros.
Para minimizar el impacto ambiental, se han instalado pantallas vegetales alrededor de la planta y un corredor biológico, plantándose alrededor de 3000 árboles. Además, se han construido vivares y refugios para lagomorfos, y dos charcas para bebedores y crecimiento de anfibios.
La empresa promotora ha llegado también a un acuerdo de colaboración con el Grupo Brinzal para la Defensa del Medio Ambiente Natural para el hacking de lechuza común dentro de la instalación. Este proyecto consiste en la liberación de ocho pollos de lechuza común (Tyto alba) mediante el procedimiento de crianza campestre o hacking en la PSFV Picón, de forma que siempre prime el interés de estos ejemplares.