Empresas Premium
Los accidentes laborales y las enfermedades derivadas de la exposición a partículas en suspensión son una preocupación creciente para profesionales de diferentes gremios, como la construcción.
Según el Informe Anual de Accidentes de Trabajo en España, en 2023 se registraron 647.495 accidentes de trabajo que derivaron en bajas, de los cuales, entre el 10% y el 15% se vincula a inhalación de polvo y otros agentes nocivos.
Para abordar esta problemática, Bosch Professional, referente en soluciones de herramientas para profesionales, cuenta con una gama de sistemas avanzados de aspiración de polvo que ayudan a reducir la inhalación de agentes nocivos. Estas soluciones, diseñadas para completar una amplia gama de herramientas eléctricas, son capaces de capturar el 99,995% del polvo generado (con aspiradores de clase H), mientras se realizan tareas de perforación, corte y acabado, proporcionando una experiencia de trabajo de gran calidad y comodidad.
La exposición prolongada a partículas en suspensión puede derivar en enfermedades respiratorias graves, como el asma, la bronquitis crónica, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) e incluso cáncer de pulmón. Estos riesgos son especialmente elevados en sectores como la construcción, donde la manipulación de materiales genera gran cantidad de polvo, potencialmente cancerígeno.
Disponer de soluciones de aspiración en el lugar de trabajo no solo reduce la incidencia de enfermedades respiratorias, sino que también mejora la productividad. Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), las empresas que adoptan tecnologías avanzadas, como las de Bosch Professional, pueden reducir hasta en un 25% los accidentes laborales relacionados con la exposición a agentes peligrosos.
El diseño de todas las soluciones de aspiración Bosch Professional cumplen los más altos estándares normativos y regulatorios, en materia de salud y seguridad, y han sido certificados por organismos internacionales, lo que facilita el cumplimiento legislativo en materia de seguridad laboral por parte de las empresas. Además, los sistemas de Bosch no solo mejoran el ambiente de trabajo, sino que también reducen hasta un 30% el tiempo dedicado a limpieza y mantenimiento de las instalaciones.
Estas herramientas cubren una amplia gama de aplicaciones, desde perforaciones en hormigón, piedra y ladrillo hasta trabajos de corte, lijado o amolado. Sus innovadores sistemas de extracción de polvo, que se conectan directamente a las herramientas, capturan las partículas en el punto de generación, evitando que se dispersen en el aire y minimizando el riesgo para los trabajadores.
Además de los aspiradores, las soluciones para el control de polvo de Bosch incluyen muchos accesorios de aspiración para aplicaciones de todo tipo como colectores de polvo y brocas de aspiración para perforar o cincelar o, caperuzas de aspiración para cortar.
“En Bosch seguimos el método S.T.O.P., que se enseña en todo el mundo como norma de salud y seguridad laboral para recordar los cuatro pasos para combatir la generación de polvo: sustitución, técnica, organización y protección personal. Es decir, en primer lugar, en primer lugar, abogamos por sustituir unas herramientas por otras que no generen polvo. Apostamos por la técnica mediante el uso de máquinas que lo minimicen. Y, por último, nos centramos en la organización para fomentar la conciencia sobre los riesgos, y la protección personal adecuada”, explican desde la compañía.
Las soluciones para el control del polvo de Bosch Professional están diseñadas para garantizar la seguridad y eficiencia en los entornos laborales más exigentes. Los aspiradores de Bosch están clasificados en tres categorías según la Norma Europea EN/IEC 60335-2-69 Anexo AA: Clase L (Low), Clase M (Medium) y Clase H (High), lo que permite a los usuarios seleccionar la protección adecuada para diferentes niveles de riesgo.
En concreto, la Clase L es ideal para polvo de bajo riesgo, como polvo doméstico o de construcción ligero (yeso, tierra, cal), con una capacidad de filtración del 99%. Por su parte, la Clase M es adecuada para polvo de riesgo medio, para actividades en las que se manipulan materiales como sílice, madera, plásticos y metales, ofrece un rendimiento de filtración superior al 99,9% y cuenta con sistemas de alerta para caídas en la fuerza de aspiración, garantizando una máxima protección en obras. Y, la clase H, está diseñada para polvo de alto riesgo como plomo, sílice y agentes cancerígenos, proporciona un filtrado casi total y cuenta con características avanzadas como filtros sellados y sistemas de alarma.
Con la adopción de estas soluciones, Bosch refuerza su compromiso con la salud y seguridad en el entorno laboral, ofreciendo tecnologías innovadoras que reducen el riesgo de enfermedades respiratorias y dolencias derivadas de la exposición al polvo y a otros agentes nocivos.