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En lo que va de diciembre han muerto por incendio 10 personas en su vivienda. Son cifras que no podemos normalizar. Reducir el número de muertes por incendio es un reto prioritario y permanente para el sector de seguridad contra incendios.
Las responsabilidades señalan a cada una de las partes para cumplir con su obligación. Por un lado, las autoridades competentes deben realizar un cambio en la legislación, exigiendo detectores de humo en todas las viviendas, como ya ocurre en los países europeos de nuestro entorno. Igualmente, y a nivel nacional, se debe realizar una gran campaña de concienciación de la envergadura suficiente para que cale en la población. Los ciudadanos, por su parte, deben adoptar las medidas de seguridad mínimas, e irse concienciando y tener como meta hogares seguros frente a los incendios.
Desde el sector de empresas y profesionales, con TECNIFUEGO liderando esta iniciativa, se tiene como prioridad y objetivo último reducir el número de muertes hasta “Víctimas Cero”, una meta aspiracional que van a seguir manteniendo.
A falta del estudio definitivo de muertes por incendio en 2024, los últimos datos de víctimas de incendio (Estudio de víctimas de incendio en España, 2023, de Mapfre y APTB), siguen señalando el crecimiento del número de fallecidos por incendio: 249, un 6% más que el año anterior.
Las pautas más relevantes del estudio reflejan que la mayoría de los siniestros se produjeron en el salón de la vivienda, el 38% de los incendios fueron por causas eléctricas (atención aquí a las cargas de baterías de ion-litio, las regletas multienchufes y las instalaciones eléctricas anticuadas o defectuosas). Como franja de edad, las personas mayores de 64 años vuelven a ser las más vulnerables, así como el invierno, la peor época del año; y la noche, la franja de mayor incidencia.
Esta lamentable tendencia lleva en crecimiento desde 2010. Por ello, expertos y asociaciones del sector llevan clamando por una serie de medidas para intentar paliar este drama que cada año se repite, y va en aumento. En el caso de TECNIFUEGO, han propuesto unas metas que reflejan en un documento de “posicionamiento” público.
En el mismo y relacionado con los incendios en vivienda solicitan, en primer lugar, la modificación de la legislación en España para que exija la instalación de detectores de incendio, conectados a un sistema de control, en todas las viviendas, tanto en el parque de nueva construcción como en el ya existente. Complementario a este punto, se debería adoptar la instalación de un panel de bomberos siempre en el acceso previsto para ellos.
Y en segundo lugar, habilitar siempre vías de evacuación en los edificios de vivienda, dotadas de señalización correcta, puertas cortafuego estancas al humo, y materiales o sistemas de construcción no combustibles. Además, en las comunidades de vecinos es recomendable tener un plan de actuación para saber cómo reaccionar en caso de incendio.
Todos y cada uno de los elementos de protección contra incendios tanto de protección pasiva como activa son básicos para la seguridad del edificio.
La protección activa se compone de una serie de equipos y sistemas para detectar y extinguir un incendio, como el extintor, el detector de humos, la manta ignífuga o el rociador automático.
La protección pasiva consiste en el uso de elementos constructivos y productos especiales que puedan evitar el inicio y la propagación del incendio, además de facilitar la evacuación de las personas en condiciones seguras, sin olvidar que ofrecen un plus de tiempo a los equipos de bomberos para sus labores de intervención y rescate.
Como se ha señalado, estas medidas de seguridad deben ir apoyadas por campañas de concienciación a los ciudadanos sobre la importancia de la prevención y las medidas de protección.
Una sociedad adulta, debe tener los “deberes” hechos también en materia de protección contra incendios, Con prevención y medidas de protección adecuadas en el interior y exterior de las viviendas se conseguirá, sin duda, reducir el número de víctimas por incendio.