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La clásica jornada del sector de seguridad contra incendios, Dia del Foc de Barcelona, se ha celebrado con gran éxito de público por el especial interés en los temas de actualidad relacionados con los nuevos retos de los incendios y la sostenibilidad.
La inauguración de la jornada la han realizado Jordi Sans, presidente de la Comisión de Seguridad del Colegio de Ingenieros Industriales de Catalunya, que destacó la importancia de la realización de estas jornadas para la formación del sector y la concienciación social; y Marta Peraza, secretaria general de TECNIFUEGO, Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, que presentó el documento de Posicionamiento de TECNIFUEGO que recoge propuestas para mejorar la protección contra incendios (PCI) y cuyo objetivo es “Víctimas Cero” por incendio.
La 1ª Mesa de debate: "Sostenibilidad e incendio. Un reto actual para el futuro. Edificios en altura", fue presentada por Albert Grau, director del Área de Protección Pasiva de TECNIFUEGO, que presentó la situación actual en los edificios en altura y de alto riesgo, y cómo entiende TECNIFUEGO que deben ser las exigencias mínimas reglamentarias, basándose en el documento Protección de Fachadas, publicado en 2018.
Grau planteó una serie de cuestiones de a considerar en los edificios y sus fachadas, incidiendo en que la normativa es de mínimos, y en este sentido “nadie prohíbe a los proyectistas ser más exigentes en extremar la seguridad”. Además, añadió la necesidad de focalizarse en las fachadas por la facilidad de propagación que se puede encontrar en determinados componentes combustibles. A esto se añade que la regulación no contempla algunos riesgos: “el CTE no tiene exigencias ni para carpinterías ni otros elementos de fachada, lo cual demoniza a algunos y exonera a otros. Y si nos ponemos a analizar por ejemplo el SATE, estamos a la cola de Europa por lo que se refiere a exigencias de reacción al fuego en función sólo de la altura del edificio. Necesitamos una visión distinta que introduzca tanto la dificultad de evacuación como el acceso de los equipos de intervención”, destacó Grau.
Carles Noguera, jefe del Servicio de Prevención de Bomberos de la Generalitat de Catalunya, añadió que en edificios de gran altura hay que tener en cuenta principalmente “la imposibilidad de evacuación, por tanto, el edificio tiene que ser seguro por sí mismo”. Comentó, también que, dentro de los espacios críticos, “hay que prestar atención a los patios interiores por su transmisión inmediata en caso de incendio (cocinas, lavadoras, secadoras, en estos espacios reducidos)". Además, recordó que, dentro de los requisitos de seguridad del CTE, se debiera mejorar el aspecto de la intervención de los bomberos en las últimas plantas. “En Cataluña se exige la Inspección técnica complementaria en edificios a partir de 50 metros (similar a la Ordenanza Barcelona), tienen que instalar rociadores automáticos, espacios sectorizados cada ocho plantas, entre otros”. Informó de las mejoras que se están planteando desde su Servicio, como rebajar la altura a 18 plantas, instalar columnas húmedas por su eficacia y capacidad de agua, y la utilidad de las fichas técnicas de los edificios, por la información que facilitan en momentos críticos de incendios; condiciones sectorización, instalaciones de PCI, etc.
Por otro lado, Noguera recordó la importancia de la divulgación y hacer llegar a la sociedad el riesgo real que representa un incendio.
Santos Bendicho, coordinador del Comité de Fabricantes e Instaladores de Sistemas de Control de Temperatura y Evacuación de Humos de TECNIFUEGO, aseguró que “lo que mata a las personas es el humo. Por ello como norma general, la estrategia es el confinamiento y esperar a ser rescatados, pero en casos particulares en que existe el riesgo de propagación del incendio se podría replantear esta estrategia ligada a mantener las escaleras sin humo con sistemas de sobrepresión, instalar detección que avisa del incendio y rociadores que lo extinguen”.
En todo caso, Bendicho afirmó que se deben replantear las exigencias para estos edificios con relación a los humos, las alturas para escaleras protegidas, medidas compensatorias para ese riesgo, confinamiento, planes de autoprotección, detección, los materiales usados... “es decir, una combinación de elementos para realizar la evaluación del riesgo desde la ingeniería y poner soluciones en base a esto”. En este sentido, el CTE debe incrementar las exigencias para dotar “vías de evacuación seguras, libres de humos, bien señalizadas y sin materiales combustibles”, recordó.
Por su parte, Albert Bartolomé, ingeniero forense experto en investigación del origen y las causas de los incendios del Colegio de Ingenieros Industriales de Catalunya, informó sobre las tareas y utilidad de la Ingeniería forense “que determina qué factores han influido en el incendio, su origen y desarrollo. Ante la dificultad para detectar el origen, es importante entender la dinámica del incendio: la clasificación al fuego de los materiales, realizar ensayos, y cumplir normativa", añadió. “Este conocimiento no significa estar seguros, pero rebaja las probabilidades de que suceda un incendio, por ello es importante la prevención:un simple detector salva vidas, pero tenemos que trasladar a la sociedad que el incendio no es un accidente sino una concatenación de errores evitables”.
Llorenç Domingo, del Comité de Ingeniería, Instalación y Mantenimiento de Sistemas de Protección Pasiva; recordó que en las áreas de instalación y mantenimiento de productos de protección pasiva existe un vacío legal en cuanto a los procedimientos a seguir para instalar y mantener: “este vacío lo intentamos resolver en TECNIFUEGO con la publicación de un documento de libre descarga en su web sobre cómo instalar y mantener los diferentes sistemas de protección pasiva”.
Domingo recordó que, con los nuevos materiales de construcción, “en el CTE se debe mejorar el comportamiento estructural, ser estrictos en los materiales que se usan para la compartimentación y las vías de evacuación… y la instalación debe ser hecha por expertos”. Además, hay que cuidar la reacción al fuego de los materiales de revestimiento, textiles, mobiliario, etc., que han desarrollado los últimos graves incendios que hemos visto en discotecas y restaurantes, y por ello, cuidar y respetar la sectorización.
La 2ª Mesa de debate trató la “Generación fotovoltaica", y fue presentada por Carlos Chicharro, director del Área de Protección Activa TECNIFUEGO, que planteó la situación actual y algunos de los problemas en las instalaciones y posibles soluciones. “Es necesario conciliar la sostenibilidad energética con la seguridad contra incendios”, defendió. La sostenibilidad tiene que ver también con la seguridad contra incendios (SCI), por ello “las instalaciones fotovoltaicas deben ser evaluadas contra el riesgo de incendio antes de ser colocadas sobre las cubiertas”. La proliferación de instalaciones fotovoltaicas sin una adecuada evaluación y control aumenta el riesgo de incendio y dificulta la intervención.
Por ejemplo, no tener en cuenta la accesibilidad a las cubiertas para los servicios de emergencia o las distancias adecuadas entre paneles y pasillos, puede hacer que la intervención no sea efectiva o incluso posible. Otra dificultad que plantea un reto es que a nivel reglamentario no hay actualmente normativa en vigor, informó Carlos Chicharro, que destacó, entre otras cuestiones, la necesidad de concienciar a la sociedad del riesgo que suponen las instalaciones mal ejecutadas, “debemos hacer un esfuerzo en la exigencia de la utilización de productos regulados y de la reglamentación, a través de guías de aplicación, inspecciones o instrucciones reglamentarias propias”, señaló.
Mª Eugenia Gil, jefe del Servicio de Seguridad en Instalaciones de la Generalitat de Catalunya, explicó las instrucciones aplicables e incidió en que “las instalaciones fotovoltaicas nos hacen ahorrar, pero tienen que ser seguras”. Pero, además, un tema principal es que “si la instalación no pasa la inspección periódica, el seguro no cubre los riesgos, esto es algo que deben tener en cuenta los industriales”, advirtió.
Manuel Martínez, de la Dirección de Seguros de Empresas de OCCIDENT, basó su intervención en que “la sostenibilidad debe fomentarse en todos los ámbitos posibles, y la obtención de energía a partir de fuentes renovables es un medio fundamental para contribuir a esa sostenibilidad. No obstante, es primordial que los proyectos de instalaciones fotovoltaicas contemplen de forma precisa los riesgos que conllevan desde el punto de vista de la creación de nuevas amenazas de posibles daños materiales originados por dichas instalaciones”.
En el ámbito industrial es muy común la instalación de paneles fotovoltaicos en las cubiertas. Por ello, “deben considerarse los nuevos riesgos que se generan al combinar, en ocasiones, riesgos de activación eléctrica con la proximidad de elementos combustibles, lo que agrava la posibilidad de daños materiales graves”.
Por otro lado, un aspecto especialmente relevante es el mantenimiento de las instalaciones eléctricas cuando los equipos están ubicados a la intemperie. “Además, la ausencia de elementos combustibles próximos es vital, y la confección de planes de contingencia cobra especial importancia en este tipo de instalaciones. Los planes de sostenibilidad deben implementarse sin incurrir en la creación de nuevos peligros y amenazas”, añadió.
Por su parte, Roger Bancells, del Colegio Arquitectos Técnicos de Barcelona, aconsejó que se debe realizar una evaluación técnica del edificio antes de instalar los paneles fotovoltaicos. “Los Proyectistas siempre hablamos del control de calidad en todos los parámetros que inciden en la instalación: los materiales y su combustibilidad, etc., en este sentido, hay metodologías que minimizan el impacto de la instalación fotovoltaica, minimizan la salida de tensión continua, sensores de temperatura, mantas que dejan opaco el panel solar, etc.” En cualquier proyecto, para realizar una instalación fotovoltaica lo primero es consultar la memoria técnica de diseño o el proyecto. “Y fundamental, realizar las pruebas finales para la puesta en marcha de la instalación, su certificado de instalación eléctrica, cumplir las legislaciones aplicables, e inscribirse en el registro de Industria”, enumeró.
En la última Mesa de debate se trataron las incidencias y soluciones sobre “Baterías de ion-litio", Antonio Tortosa, vicepresidente de TECNIFUEGO, puso sobre la mesa la incidencia actual de incendio a causa de baterías ion-litio y la necesidad de informar a la población de este riesgo cada vez más común también en las viviendas, debido a la carga de dispositivos móviles.
Además del alto riesgo en la carga de los vehículos eléctricos. “Cada vez se dan más incendios en vehículos, por daños o golpes en la batería. Son incendios muy peligrosos y aparatosos por la dificultad de extinción, por los gases nocivos que desprenden...” En este sentido, la supresión y control del incendio es muy compleja porque “una batería de litio no se apaga hasta que no se agota.” Tortosa comentó algunas medidas de protección y recomendaciones, “técnicas de extinción con rociadores y mantas… y en protección pasiva: evacuación de humos, sectorización e ignifugación”. Además, hizo hincapié en la necesidad de “una gran campaña de comunicación en la que se impliquen las administraciones públicas”, recalcó.
Jon Michelena, director general CEPREVEN, informó de determinados ensayos de CFPA, confederación europea, e investigaciones en Dinamarca y Alemania, buscando soluciones para los incendios en baterías de ion litio. Recordó que las baterías van evolucionando y la tecnología conseguirá soluciones a los problemas actuales. “El mercado va buscando soluciones, vamos haciendo ensayos que aún no están armonizados, vamos sin norma”. Entre los sistemas más eficaces para un incendio en garajes, Michelena se refirió a rociadores por agua pulverizada, agua nebulizada con o sin aditivos o solo los rociadores. “Los daneses han desarrollado normativa para saber qué sistema se puede utilizar en los ferris que llevan vehículos eléctricos, como es un sistema de agua pulverizada móvil, parrillas con boquillas para refrigerar. Hay soluciones, pero hay que invertir para realizar ensayos. Son soluciones temporales hasta que la tecnología de baterías se vaya mejorando. En la web de Cepreven tenemos documentos de todos estos temas que aportan claridad al respecto”, matizó.
Por su parte, Víctor Molinet, jefe de la Unidad Normativa y Prestacional del Ayuntamiento de Barcelona, informó del trabajo en su Unidad: “llevamos años buscando soluciones de extinción a este riesgo, probando con baterías por ver cómo se genera el incendio, y haciendo formación con nuestro personal para saber cómo funcionar en un fuego de batería ion litio, adquiriendo medios de extinción, como mantas, contenedores llenos de agua donde meter el vehículo incendiado”. Por otro lado, Molinet se refirió a la problemática de los aparcamientos, donde “el desarrollo del incendio es más rápido y donde se acumulan humo y gases tóxicos. Es fundamental que los aparcamientos estén preparados, por ello, en 2021 desarrollamos la ficha técnica de cómo incorporar la recarga de coche eléctrico en aparcamiento, y la necesidad de instalar rociadores y sectorizar, como dos puntos clave.”
Con relación a la concienciación, matizó la importancia que dan a la divulgación: “El detector de incendio salva vidas, el ciudadano debe saberlo. Tenemos que conseguir que la cultura del riesgo tenga en cuenta el incendio, y la gente sea consciente”, insistió.
Lluis Marín, coordinador Comité de Fabricantes de Equipos de Detección de TECNIFUEGO, dejó sentado que “en España falta normativa que obligue a instalar detección de incendios en vivienda. Otros países europeos sí han desarrollado normativa en uso residencial y en aparcamientos, tanto de protección estructural, como detección, control de humos, y medidas preventivas y organizativas”. Marin defendió que existe una buena tecnología para alertar de un incendio, como son los detectores de humos, por ello “se deberían instalar en todas las viviendas, nuevas y antiguas”.
Para concienciar sobre el tema, el 22 de noviembre se celebra el día europeo del detector de humo, en el que participa TECNIFUEGO. En definitiva, “se requiere regulación, pero no es una cuestión simple, cada aplicación requiere su solución. En general, se debe evaluar el riesgo y contar con presupuesto suficiente para una instalación conjunta de varias tecnologías de SCI”.
Luis Sánchez, miembro del Comité de Fabricantes de Equipos de Extinción de TECNIFUEGO, recordó en su intervención que “en los incendios en vehículos nos enfrentamos a un fuego muy rápido con temperaturas de 1.200 grados, con muchos gases tóxicos, y muy difícil de controlar”. En las numerosas investigaciones, hay coincidencia común en todos los países y expertos en que hay que refrigerar al máximo, para que no se propague el fuego. “Para refrigerar se puede utilizar agua, agua nebulizada, con aditivos mezclados, fluidos de inmersión, entre otros”, informó.
Por último, Antonio Tortosa cerró la jornada poniendo el énfasis en una conclusión de máxima prioridad: “Debemos trasladar a la sociedad para que visibilice el riesgo de incendio no como un accidente sino como un conjunto de errores que se pueden solucionar con prevención y protección”.
El Dia del Foc de Barcelona ha sido patrocinado por Pefipresa, Viking, Fire Piping, Honeywell, Sodeca, Bosch, Dinak, Ebara, Detnov, Likitech, Rockwool, UNE y AENOR.