30 de enero, 2025 XML
< Volver

La convivencia entre sostenibilidad y seguridad fue el eje de la última edición del Día del Fuego’, organizado por la Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios (Tecnifuego) y celebrado el pasado 21 de enero en Zaragoza.

Bajo el título "Sostenibilidad e incendio. Nuevos retos", el evento reunió a expertos, autoridades y profesionales del sector para abordar los desafíos que plantea la sostenibilidad en relación con la protección contra incendios, desarrollando tres mesas de debate sobre temas fundamentales como las baterías de ion-litio, las instalaciones fotovoltaicas y los edificios de gran altura y alto riesgo.

El presidente de Tecnifuego, Adrián Gómez, inauguró la jornada destacando la urgencia de desarrollar soluciones de protección que garanticen la seguridad, al tiempo que se alineen con objetivos medioambientales.

Subrayó que factores como el uso descontrolado de cargadores eléctricos, materiales sostenibles poco seguros frente al fuego, el cambio climático y el abandono forestal han incrementado la virulencia de los incendios. “La sociedad está evolucionando muy rápidamente, pero las medidas de protección contra incendios no avanzan al mismo ritmo”, lamentó Gómez, citando cifras alarmantes como los 249 fallecimientos anuales registrados en 2023 ((estudio realizado por APTB y Fundación Mapfre) y las pérdidas económicas de 600 millones de euros, además de los impactos ambientales y sociales.

Para enfrentar esta problemática, Gómez planteó iniciativas fundamentales como hacer obligatoria la instalación de detectores de incendios conectados a sistemas de control en todas las viviendas, asegurar la eficacia de las vías de evacuación en los edificios, mantener las zonas urbano-forestales libres de riesgos y garantizar un acceso adecuado para los servicios de emergencia. En la misma línea, el vicepresidente de Tecnifuego, Antonio Tortosa, resaltó que “no hay nada más sostenible que evitar un incendio y sus devastadoras consecuencias, muchas de ellas para el medio ambiente”. Tortosa concluyó su intervención insistiendo en la necesidad de sensibilizar a la población para prevenir pérdidas humanas, materiales y ecológicas.

La responsabilidad compartida ante los riesgos de la electrificación

El ‘Día del Fuego’ en Zaragoza arrancó con un interesante debate sobre los riesgos de las baterías de ion-litio. Una de las principales conclusiones extraídas fue su creciente presencia en nuestros hogares, oficinas, comercios e industrias, lo que exige que la población sea consciente de los peligros que implican y sepa cómo actuar, especialmente en el caso de baterías de mayor capacidad, como las de los coches eléctricos, bicicletas y patinetes.

Jon Michelena, director general de CEPREVEN, insistió en la necesidad de evitar daños o manipulaciones de estas baterías, dado que los incendios que generan son especialmente complejos por las altas temperaturas alcanzadas, las posibles explosiones y la emisión de gases tóxicos.

Según Michelena, la extinción de un fuego en el interior de las celdas de una batería de ion-litio es “prácticamente imposible” y el confinamiento es una opción para evitar su propagación. “Resulta esencial incluir recomendaciones específicas en los planes de emergencia de edificios, tanto residenciales como industriales” añadió el máximo responsable de CEPREVEN.

Javier Pizarro, subjefe de Intervención de los Bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza, subrayó que “la agenda medioambiental debe tener en cuenta la seguridad de los usuarios” y destacó la necesidad de integrar elementos de contención, como rociadores, en los puntos de carga de vehículos eléctricos.

Según, Lluís Marín, coordinador del Comité Sectorial de Fabricantes de Equipos de Detección de Tecnifuego, las tecnologías existentes, como los sistemas de detección de gases, cámaras termográficas, detectores térmicos o de humo, son efectivas, pero “el problema es la velocidad de desarrollo, la virulencia y la dificultad para el control de estos incendios, que alcanzan temperaturas muy elevadas”.

Marín también advirtió que las baterías de litio están cada vez más presentes en múltiples instalaciones, incluyendo nuestros hogares, lo que supone un reto adicional en términos de prevención y extinción. En este contexto, Luis Sánchez, del Comité Sectorial de Fabricantes de Equipos de Extinción de Tecnifuego, enfatizó que la única manera efectiva de controlar estos incendios es la refrigeración, ya que la alta densidad energética de las baterías hace que las llamas sean difíciles de extinguir con métodos convencionales. “Las soluciones en desarrollo incluyen el uso de aditivos y agua nebulizada”, añadió.

En el ámbito regulatorio, los expertos coincidieron en la necesidad de avanzar en normativas específicas. Marín destacó cuestiones por resolver, como la colocación de puntos de recarga de vehículos en aparcamientos o la capacitación de las personas encargadas de gestionar conatos de incendio en estos lugares. También abogó por la obligatoriedad del uso de elementos de detección en las viviendas y en los puntos de carga de vehículos.

Por su parte, Josep Mª Nogueras, senior Risk Engineer & Customer Solutions manager de Zurich Seguros, señaló que “todo lo eléctrico parece muy sostenible, pero hay que destacar los peligros de esa verdificación y que la ciudadanía conozca estos riesgos”. Ante la falta de reglamentación, indicó que las aseguradoras están desarrollando recomendaciones de buenas prácticas basadas en siniestros gestionados y se mostró abierto a la propuesta de bajar las primas de seguros para quienes instalen sistemas de detección de incendios.

La seguridad en edificios de gran altura y alto riesgo

El segundo tema de análisis de la jornada fue el de la seguridad en edificios especialmente sensibles por su gran altura (más de 28 m) o uso específico, como hospitales o residencias de ancianos. Estas construcciones complejas y con gran ocupación, requieren soluciones avanzadas que combinen innovación, prevención y el cumplimiento de normativas más estrictas, señalaron los expertos.

Albert Grau, director del Área de Protección Pasiva de Tecnifuego, alertó sobre el papel de las fachadas como “fuentes infinitas de oxigeno”, instando al uso de materiales no combustibles y señalando que “los balcones y el material acumulado en ellos también forman parte de las fachadas, pero no tienen exigencias normativas de PCI”. Grau afirmó que España está a la cola de Europa en normativa de prevención de propagación de incendios por fachadas y advirtió que “no todo lo que cumple la norma es seguro. Es necesario un cambio legislativo que incluya los usos del edificio a la hora de regular”. Grau propuso la definición de gran altura a partir de 18 metros y optar por la protección activa frente al humo en escaleras y por instalaciones de protección y alarma en estos edificios de especial sensibilidad frente al fuego.

Por su parte, Julia Izquierdo, del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza, señaló que hay que tener en cuenta muchos condicionantes a la hora de diseñar estos edificios y denunció la ausencia de normativas exigentes y la falta de concienciación social como factores que dificultan el poder dar con soluciones eficaces para la prevención de incendios. “El proyectista está indefenso si la norma no lo exige”, afirmó.

Santos Bendicho, coordinador del Comité Sectorial de Fabricantes e Instaladores de Sistemas de Control de Temperatura y Evacuación de Humos de Tecnifuego, explicó que los edificios de gran altura y alto riesgo son especialmente sensibles, ya que en ellos las estrategias de extinción recomendadas se pueden ver comprometidas. “Estos edificios debe tener una correcta protección frente al humo y la normativa actual se queda corta”, señaló Bendicho, quien también abogó por la presurización mecánica para garantizar un espacio protegido del humo.

En el mismo sentido, Albert Bartolomé, experto en investigación del origen y causas de los incendios del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña, destacó que “la compartimentación es clave para evitar que el humo o las llamas entren en las viviendas”, especialmente considerando que las viviendas actuales tienen mayor carga térmica y energética, por lo que “el tiempo es fundamental para minimizar la virulencia del incendio”. Además, Rafael Sarasola, coordinador del Comité Sectorial de Ingeniería, Instalación y Mantenimiento de Sistemas de Protección Pasiva de Tecnifuego advirtió que, en muchos de estos edificios, “se utilizan materiales y productos que pueden ser muy sostenibles por su eficiencia energética, pero que debemos evaluar su comportamiento y su reacción al fuego, además de realizar compartimentaciones adecuadas que impidan su propagación”. Asimismo, resaltó que las normas marcan mínimos que, no en todos los casos, son suficientes e hizo un llamamiento a que los proyectos de construcción que se ejecuten respeten siempre el diseño inicial y a que se valore la experiencia de los profesionales en la interpretación de la norma.

El auge de la fotovoltaica, un desafío para la protección contra incendios

La proliferación de instalaciones fotovoltaicas y los retos de seguridad asociados a ellas centraron el debate de la mesa que cerró la jornada. Según Carlos Chicharro, director del Área de Protección Activa de Tecnifuego, la potencia fotovoltaica instalada en España aumentó un 28 % en 2023, convirtiéndose en la segunda fuente renovable con mayor expansión en nuestro país. Pero estas instalaciones presentan desafíos importantes, como la dificultad para detectar incendios y los riesgos asociados al sobrecalentamiento de paneles, defectos de cableado y la instalación en cubiertas combustibles. Chicharro propuso soluciones como “instalar los paneles sobre cubiertas no combustibles y diseñar instalaciones que no interfieran con los sistemas de ventilación o evacuación de humos”, además de garantizar un fácil acceso para los servicios de emergencia y mantenimiento.  

Beatriz Martínez del Campo, responsable de la Oficina de Ingeniería de Prevención de Allianz, insistió en que cualquier cambio en un edificio, como la incorporación de paneles solares, debe ir acompañado de una reevaluación del riesgo, y en la necesidad “no solo de reglamentar, sino también de divulgar y formar, para que la gente sepa que el incendio es un riesgo real en las instalaciones fotovoltaicas”.

Respecto a los riesgos que conllevan estas infraestructuras, Javier Pizarro, subjefe de Intervención Bomberos Ayuntamiento de Zaragoza, recordó que suponen un sobrepeso y una fuente adicional de combustible. Para reducir los riesgos, Pizarro consideró imprescindible “un seccionamiento mecánico en cabecera y que, con altas tensiones de corriente continua, además, haya corte de arco”.

También enfatizó la necesidad de una señalización adecuada, del uso de la tecnología de los inversores para detectar fallos y en la existencia de control en remoto y sistemas de extinción automática para instalaciones de gran potencia. Por su parte, Regina Utrilla, responsable de Relaciones con los Organismos de Control de Tecnifuego, recordó que es fundamental “limitar la combustibilidad de los materiales de cubierta cuando existan placas fotovoltaicas”, así como tomar las medidas paliativas necesarias cuando se incluye un nuevo riesgo en el exterior de un edificio, como pueden ser unas placas fotovoltaicas. “La evaluación de los riesgos de estas instalaciones se dificulta debido a que no hay una legislación específica”, añadió Utrilla.

Felipe Munuera, del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, también reconoció que es deseable que la normativa cambie. “La Administración habla a través de las normas y lo que tiene que hacer es actualizarlas”, comentó. Así mismo, planteó la posibilidad de exigir a los ayuntamientos que se haga ese análisis de riesgo y el cumplimiento de la norma, además de apostar por “una calificación de los edificios en función de su protección frente a incendios, de la misma forma que se hace en relación con su eficiencia energética”.

Esta nueva edición del ‘Día del Fuego’ se cerró con gran éxito, destacando tanto por el alto nivel de especialización de sus participantes como por la numerosa asistencia de público. El evento contó con la colaboración de Bomberos de Zaragoza y el respaldo de reconocidas empresas e instituciones del sector, entre ellas Pefipresa, Viking, Fire Piping, Sodeca, Ebara, Detnov, Rockwool, Implaser, UNE y AENOR, reafirmando su posición como un foro imprescindible para abordar los desafíos actuales de la protección contra incendios.

 

Sigue el canal de Industria Química en WhatsApp, donde encontrarás toda la actualidad del sector químico y energético en un solo espacio: la actualidad del día y los artículos y reportajes técnicos más detallados e interesantes. 

Noticias relacionadas

comments powered by Disqus

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de sus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas o videos vistos). Puedes obtener más información y configurar sus preferencias.

Configurar cookies

Por favor, activa las que quieras aceptar y desactiva de las siguientes las que quieras rechazar. Puedes activar/desactivar todas a la vez clicando en Aceptar/Rechazar todas las cookies.

Aceptar/rechazar todas
Cookies Analíticas

Cookies que guardan información no personal para registrar información estadística sobre las visitas realizadas a la web.

Cookies de Marketing

Cookies necesarias para determinadas acciones de marketing, incluyendo visualización de vídeos provenientes de plataformas como Youtube, Vimeo, etc. y publicidad de terceros.

Cookies de Redes Sociales

Cookies relacionadas con mostrar información provenientes de redes sociales o para compartir contenidos de la web en redes sociales.