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La Universitat de Barcelona (UB) vio nacer su primera spin-off hace 20 años de la mano de la compañia química Enantia.
Dos décadas después, la gestora de capital riesgo Inveready ha comprado la empresa, con el objetivo de impulsar un grupo de servicios de I+D en el ámbito farmacéutico.
Con la operación, cuyo importe no ha trascendido, el fondo de capital riesgo ha adquirido todas las acciones de la compañía química, incluidas las que mantenía la UB. Esta ha sido la primera ocasión en la que la UB ha desinvertido en una de sus spin-off, como ha explicado Jose Conde, jefe del área de Creación de Empresas de la Fundación Bosch i Gimpera, que ejerce de oficina de transferencia de conocimiento y tecnología de la UB.
Fundada en 2003 fruto de una investigación desarrollada por el Departamento de Química Orgánica de la UB, Enantia se ha consolidado como referente en el diseño y producción de productos químicos avanzados para la industria farmacéutica.
La química, que ahora cuenta con alrededor de 40 trabajadores y factura tres millones de euros, provee de servicios químicos integrales a actores farmacéuticos y biotecnológicos, que abarcan desde la investigación inicial hasta el desarrollo del proceso químico, pasando por todas las fases de la investigación. La entrada de Inveready permitirá acelerar proyectos de investigación y el desarrollo de nuevos productos, así como ampliar la presencia internacional de Enantia.
La operación ha supuesto un doble hito para la UB: ha desinvertido por primera vez en una de sus empresas derivadas, y lo ha hecho precisamente con la más antigua de ellas. “El objetivo es acompañar a las empresas hasta el momento que son maduras e independientes”, ha defendido Conde: “Esperamos que sea la primera de otras”.
Y es que la venta de sus participaciones implica “que la universidad reciba un retorno económico por la apuesta que hizo hace 20 años”. A la vez, demuestra que esa apuesta fue acertada: en estos años Enantia se ha convertido en una de las spin-off de la UB con más facturación. Ahora, la UB destinará los recursos a nuevos proyectos de innovación y transferencia tecnológica, con la intención de ejercer como puente entre la investigación universitaria y el ámbito empresarial.
La UB, que era socia minoritaria en Enantia, mantiene 24 spin-off tras esta adquisición. “El objetivo es que estas 24 crezcan y maduren y logren estas dos metas: conseguir que la investigación llegue hasta la sociedad, y que la universidad tenga un retorno económico”.