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La Alianza por la Competitividad de la Industria Española considera que el Proyecto de Ley, en tramitación parlamentaria, aunque establece un marco positivo, no aborda el punto más importante: cómo financiar la reindustrialización de España ni la concreción de plazos ni recursos para el proceso.
La Alianza por la Competitividad de la Industria Española, representada por su portavoz, Carlos Reinoso, y por su secretario, Mauricio García de Quevedo, ha comparecido hoy en el Senado, apelando al consenso de las distintas de las distintas formaciones políticas en el trámite del Proyecto de Ley de Industria. “Es la única fórmula para lograr el objetivo común de reindustrializar nuestra economía”, afirma Reinoso. “Solo así los grupos políticos, sean del de signo que sean, demostrarían visión de país sobre el papel que debe jugar la industria en nuestro modelo económico y social”, ha subrayado.
Tras exponer su revisión sobre la situación actual de la industria española y la necesidad de que esta gane competitividad, en línea con el impulso que la UE planea dar a la industria europea, los representantes de la Alianza han expuesto también las propuestas de mejora que esta agrupación de industrias considera imprescindibles para el Proyecto de Ley de Industria.
Respecto al papel que desempeña la industria, García de Quevedo ha puesto de relieve la contribución de la industria a la economía y al empleo en nuestro país. “Nuestras empresas generan el 60% del Producto Industrial Bruto, lo que supone una cifra de negocio de alrededor de 500.000 millones de euros”, expuso, explicando que estas empresas industriales generan más de 4 millones de empleos -directos, indirectos e inducidos-, lo que representa el 24% de la población asalariada, siendo el 90% de los contratos, indefinidos.
En su comparecencia, el secretario de la Alianza destacó así el papel fundamental de la industria en el desarrollo económico y social del país, en línea con las conclusiones de los informes Draghi y Letta.
“Porque tanto España como Europa se enfrentan a grandes desafíos como los dados por las agresivas políticas industriales de países como Estados Unidos -Ley de Reducción de la Inflación- y China -con subvenciones masivas a sectores estratégicos-”, aseguró, poniendo de relieve el reto que también supone la fragilidad de las cadenas de suministro, subrayando nuestra dependencia de terceros países en sectores claves, tal como se demostró durante la pandemia.
Para hacer frente a estos desafíos, la Alianza se posiciona con Europa, apostando por las prioridades establecidas por Draghi: reforzar la autonomía estratégica, potenciar la competitividad industrial y fomentar la cohesión industrial sostenible de los 27. “Y en este sentido, las principales prioridades que España debe establecer son fijar el modelo de financiación de la industria y establecer un modelo energético competitivo”, aseguró García de Quevedo, para quien “es necesario un marco estable y predecible que fomente las inversiones a largo plazo, apoyado por políticas fiscales e incentivos adecuados”.
En esta línea, para la Alianza, es requisito ineludible que el nuevo marco que regule la industria introduzca un instrumento de financiación que actúe como palanca de impulso para la competitividad de las empresas industriales. La Alianza considera que esa financiación debería articularse sobre un fondo dotado de alrededor de 2.500 millones de euros anuales. Esta cifra es la que, según estiman, garantizaría la competitividad de activos industriales estratégicos para la economía española.
“Es importante articular un instrumento de naturaleza pública y permanente, que dote de continuidad el proceso emprendido estos años con los PERTE, con el fin de garantizar la estabilidad y la sostenibilidad financiera del mismo, facilitando la economía circular y descarbonización de la industria”, explicó Carlos Reinoso. Y es que la Alianza viene apostando desde hace tiempo por seguir hacia la dirección señalada por Draghi: crear un instrumento basado en un modelo de financiación permanente que supere el actual esquema de ayudas.
La agrupación de industrias valora de forma positiva el propósito y la disposición que muestra el Proyecto de atraer y establecer grandes proyectos industriales en España. “No obstante, sin la debida instrumentación de recursos, a través de un fondo de financiación, y sin la concreción de plazos y de recursos, todo quedará en buenas, sí, pero meras intenciones”, advierte el portavoz.
Asimismo, la Alianza considera que, para impulsar una verdadera reindustrialización de España, el nuevo marco legislativo también debe simplificar de la burocracia administrativa y evitar introducir más cargas en este sentido. Además, subraya que garantizar la seguridad jurídica para las empresas industriales es clave en este proceso.
La reindustrialización en nuestro país depende del impulso a la competitividad de las empresas industriales y, para ello, la Alianza también cree necesario “que la ley incluya medidas más ambiciosas y concretas en ámbitos estratégicos como el energético, la logística y el transporte y la innovación”, concluyó Reinoso.