Imaginar fábricas que se adaptan a los cambios en tiempo real, procesos industriales que aprenden y evolucionan por sí solos, y tecnologías que priorizan a las personas puede parecer un imposible, pero no es ciencia ficción, es la Industria 5.0.
Para hablar de este tema, Softtek, referente en soluciones tecnológicas globales, y Keyland SdG, empresa especializada en digitalización, robótica e Industria 4.0 participada al 50% por ANTOLIN, han unido fuerzas para trazar el mapa del futuro en su White Paper conjunto ‘Industria 5.0, la revolución inteligente’.
La industria está dejando atrás el simple objetivo de optimizar recursos; ahora busca generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. La clave está en integrar tecnología disruptiva con un enfoque humano. Softtek y Keyland presentan dos pilares fundamentales para liderar esta nueva era: Smart Industry y Smart Processes.
Estos conceptos abarcan desde la modernización de plantas hasta la creación de cadenas de suministro más resilientes y personalizadas. Pero ¿qué hace que estas tendencias sean tan transformadoras? En cuanto al sector de Smart Industry, Softtek y Keyland exponen una serie de claves:
- Edificios inteligentes: la combinación de IA y algoritmos avanzados transforma el diseño mediante el empleo de herramientas generativas. Estas tecnologías exploran múltiples soluciones en función de las especificaciones y limitaciones definidas. Con el respaldo de la computación en la nube y simulaciones virtuales, los procesos de diseño son más rápidos, lo que permite evaluar rápidamente el rendimiento de diferentes opciones para seleccionar la más adecuada en términos de coste, tiempo, sostenibilidad y rendimiento.
- Eficiencia energética: la gestión energética da un salto hacia el futuro gracias a la integración de inteligencia artificial y análisis de datos en tiempo real. Estos sistemas optimizan recursos al integrar fuentes renovables y ajustar la demanda energética de manera dinámica, lo que disminuye las pérdidas. Con redes inteligentes de sensores IoT y tecnologías RFID, las fábricas 5.0 toman decisiones automatizadas para equilibrar el consumo. Esta automatización maximiza la eficiencia y redefine la sostenibilidad en la industria.
- Eficiencia operativa: las infraestructuras modulares y estaciones de trabajo móviles transformarán los espacios de trabajo en las fábricas del futuro. Equipadas con sistemas inteligentes de gestión, estas soluciones permiten rediseñar los entornos laborales en tiempo real, que se adaptarán a las necesidades operativas y colaborativas de cada momento. La flexibilidad se convierte en un activo clave para optimizar procesos y fomentar la innovación.
- Plantas autónomas e inteligentes: la autonomía y la inteligencia se materializan en los AI Agents, entidades capaces de realizar análisis emocionales y cognitivos que mejoran la interacción entre máquinas, humanos y su entorno. Por otro lado, los cobots (robots colaborativos) asumen tareas repetitivas y permiten a los trabajadores enfocarse en actividades estratégicas y de mayor valor añadido.
- Seguridad 360°: las tecnologías de realidad aumentada y virtual están revolucionando la formación laboral. Con ellas, el aprendizaje es más inmersivo y efectivo. La inteligencia aumentada, alimentada por IA y aprendizaje automático, analiza grandes volúmenes de datos operativos y de seguridad para detectar patrones, tendencias y anomalías que antes pasaban desapercibidos. Además, los sistemas biométricos inteligentes ofrecen visibilidad total sobre la distribución, ubicación y comportamientos de los empleados. Esto mejora la usabilidad de los espacios y refuerza la seguridad en las plantas.
- Mantenimiento preventivo y predictivo: el mantenimiento industrial entra en una nueva era con la integración de agentes autónomos y tecnologías avanzadas. Gracias a la IA generativa y los procesos de aprendizaje profundo, el mantenimiento predictivo anticipa problemas con una precisión sin precedentes, lo que habilita una gestión más eficiente y reduce la inactividad.
Por su parte, los Smart Processes cuentan con una serie de puntos imprescindibles a destacar:
- Innovación personalizada: la IA está revolucionando la forma de diseñar y optimizar los productos, que se pueden moldear de manera más precisa a las expectativas de los clientes. Gracias a la ingeniería generativa, es posible explorar y refinar un abanico casi infinito de diseños óptimos, lo que ayuda a generar productos eficientes que cumplan con las necesidades específicas de los consumidores. Esta capacidad de personalización impulsa la innovación hacia un enfoque más centrado en las personas.
- Planificación ágil: la automatización inteligente combina tecnologías cognitivas como la IA, la gestión de procesos y la automatización robótica para transformar la planificación industrial. Mediante hiperconectividad e inteligencia artificial, las empresas pueden predecir la demanda con mayor precisión, ajustar la producción en tiempo real y responder ágilmente a los cambios. Además, el análisis predictivo permite controlar inventarios y equilibrar los suministros, calcular costes futuros, definir estrategias de precios y generar recomendaciones clave para asegurar el rendimiento a largo plazo.
- Producción de precisión: la fusión de herramientas avanzadas como los sistemas CAD (Computer-Aided Design) y CAM (Computer-Aided Manufacturing) está optimizando el proceso de producción. Estas tecnologías reducen significativamente el tiempo de prototipado, minimizan errores y maximizan la eficiencia en el empleo de recursos. La IA, además, está llevando la visión artificial a un nuevo nivel. De este modo, los robots pueden interpretar su entorno en tres dimensiones, manipular piezas con precisión, realizar inspecciones detalladas y colaborar de manera fluida con expertos humanos. Esto marca un antes y un después en la manera de fabricar.
Doris Seedorf, CEO de Softtek para España, explica: “el sector industrial se encuentra en un punto de inflexión, donde la adopción de tecnologías avanzadas y la colaboración entre tecnología y talento son esenciales para superar los desafíos operativos y lograr los objetivos sostenibles. En los próximos años, presenciaremos una rápida evolución tecnológica en el sector industrial y el nacimiento de un nuevo paradigma para un futuro innovador”.
Por su parte, Carmen Iglesias Escudero, CEO de Keyland, concluye: “Pasamos de una Industria digital sensorizada y conectada (que permite la adquisición de datos), así como automatizada (con robots y visión artificial bajo demanda) a una industria totalmente autónoma. Se toman decisiones en tiempo real en función de históricos, se anticipan las roturas de stock o los cuellos de botella en producción en base a predicciones, y los procesos industriales se realizan de forma autónoma con sistemas de planta conectados y automatizados”.
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