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La Comisión Europea informó el pasado martes de su visto bueno al acuerdo de Repsol con la suiza Bunge para el control conjunto de la filial de esta en España, Bunge Ibérica (BISA), y que incluye la compra de tres plantas de producción de aceites y biocombustibles en Bilbao, Barcelona y Cartagena.
La transacción se refiere principalmente a la transformación de semillas oleaginosas y a la producción de biodiésel.
Por su parte, Bruselas ha concluido que la operación no planteará problemas de competencia por el impacto limitado en materia de competencia que tendrá en los mercados en los que las compañías implicadas están activas. La operación notificada se ha examinado en el marco del procedimiento normal de examen de las concentraciones.
El expediente, que le fue notificado al Ejecutivo comunitario el pasado 17 de enero, ha sido examinado bajo el procedimiento simplificado que se aplica a los casos menos problemáticos.
A través de este acuerdo, Repsol adquiere el 40% de tres instalaciones industriales que forman parte de BISA por un importe total de 300 millones de dólares y hasta 40 millones de dólares adicionales en pagos contingentes.
El acuerdo incluye tres plantas operadas por Bunge dedicadas a la producción de aceites y biocombustibles en Bilbao, Barcelona y Cartagena, cercanas a complejos industriales de Repsol. Estas plantas se centran en la trituración de soja, el refinado de aceites vegetales y la producción de biodiésel a partir de aceites vegetales.
BISA es una empresa agroalimentaria con sede en Barcelona que opera principalmente en el procesamiento de semillas oleaginosas y la producción, distribución y suministro de aceites vegetales, grasas y proteínas vegetales, además de la producción de biodiesel y subproductos relacionados.
