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La industria química, esencial para el progreso económico y social, sigue adaptándose a un panorama de desafíos globales. De cara a 2025, la innovación, la sostenibilidad y la resiliencia se consolidan como pilares esenciales para maximizar la eficiencia operativa y promover un crecimiento robusto y sostenible.
Tras años de volatilidad provocada por la pandemia del COVID-19 y el ajuste del mercado, la producción química global muestra señales de recuperación. Según el Consejo Americano de Química (ACC), la producción global de productos químicos aumentará un 3,5% en 2025.
No obstante, incluso con una mejora de los márgenes, el sector continúa enfrentando desafíos. Factores como las condiciones macroeconómicas, los cambios regulatorios y las preferencias de los clientes seguirán siendo determinates para el futuro de la industria.
1. Mejora de la eficiencia operativa mediante programas de reducción de costes y racionalización de activos.
Muchas empresas han implementado estrategias de reducción de costes durante 2023 y 2024 para hacer frente a desafíos como la sobrecapacidad, la alta inflación y la reducción de márgenes. Estas estrategias incluyen:
En Europa, el impacto de los altos costes energéticos ha sido especialmente significativo, afectando la competitividad de las plantas químicas. Mientras tanto, en regiones como Estados Unidos y Oriente Medio, los costes energéticos más accesibles han favorecido mejores resultados operativos.
De cara a 2025, la racionalización de activos seguirá siendo una prioridad, con un probable incremento en fusiones y adquisiciones a medida que las empresas optimizan sus portafolios para enfrentar los retos del sector.
2. Gestionar un crecimiento desigual centrándose en áreas de alto crecimiento y en las necesidades de los clientes.
Se prevé un crecimiento global del 3,5% en la producción química para 2025, aunque con diferencias entre mercados. Los sectores con mayor potencial incluyen:
Las empresas químicas están invirtiendo en áreas tecnológicas y colaborando estrechamente con los clientes para desarrollar soluciones personalizadas que satisfagan las necesidades del mercado y refuercen la lealtad del cliente.
3. Innovación como catalizador de la sostenibilidad
La innovación será clave para mejorar la eficiencia operativa, desarrollar productos sostenibles y satisfacer las demandas de los mercados emergentes. Se destacan tres enfoques principales:
A pesar de la incertidumbre económica, las empresas están incrementando sus inversiones en I+D para posicionarse en un futuro de bajas emisiones y mayor sostenibilidad.
4. Sostenibilidad: impulso acelerado hacia la descarbonización
La industria química está intensificando sus esfuerzos para reducir las emisiones. Aunque más del 50% de las empresas ya informan sobre sus emisiones directas, la trazabilidad de emisiones a lo largo de la cadena de valor sigue siendo un desafío importante. Las prioridades incluyen:
Las inversiones en soluciones sostenibles y la colaboración con socios del ecosistema permitirán a las empresas capturar valor adicional en el mercado.
5. Resiliencia de la cadena de suministro
Las cadenas de suministro enfrentan retos continuos debido a factores geopolíticos, climáticos y regulatorios. Las estrategias para aumentar la resiliencia incluyen:
A medida que la demanda global de productos químicos aumenta, estas medidas serán esenciales para gestionar la incertidumbre y aprovechar las oportunidades del mercado.