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Las altas expectativas como pilar en la descarbonización del hidrógeno son comunes a todos los países europeos industrializados, entre ellos, Alemania.
Y es que, el país germano, ve una oportunidad clara para establecer nuevas sinergías gracias a este ´almacén´ energético de Petronor, convirtiéndose en una alternativa a las renovables y a la falta de sol.
Con un potente músculo industrial, Alemania tiene parte de sus esperanzas depositadas en Euskadi, donde fijó su vista hace un tiempo a raíz de los primeros avances de Petronor para montar un electrolizador de 100 MW.
Ya hay, de hecho, firmado un acuerdo preliminar entre el Puerto de Bilbao y los puertos de Amsterdam y Duisburgo para exportar hidrógeno verde una vez comience la producción a gran escala desde Euskadi a los grandes potenciales consumidores industriales del corazón de Europa.
A medida que ese ecosistema de hidrógeno con epicentro en Petronor toma forma (el electrolizador de 100 MW se pondrá en marcha, según la última estimación, en el año 2028) aparecen actores que muestran interés en colocarse en ese nuevo parque tecnológico de Abanto Zierbena próximo a la refinería y que contará con su propia hidrogenera alimentada gracias a esos generadores cercanos.
Sus primeros edificios están en construcción, uno de los más avanzados el nuevo centro de datos de ADI Data Center Euskadi, y ya hay empresas que han confirmado su presencia en el nuevo EIC (Energy Intelligence Center), la sede central del campus. Entre ellas están varias filiales de la propia Petronor, incluida Ibil (Gobierno vasco y Repsol), y llegan desde fuera de Euskadi la aragonesa Calvera Hydrogen, una de las pioneras en tecnología en torno al hidrógeno, y dos grupos con raíces alemanas, PGM Metall y Taktomat.
La primera fabrica tuberías y otros suministros ligados a infraestructuras energéticas, tanto onshore como marinas, mientras que Taktomat produce piezas de alta precisión también orientadas al ámbito industrial.
A esa primera conexión desde el puerto al campus de Abanto le seguirá otra mucho más ambiciosa, de hasta 70 kilómetros, que permitirá llevar hidrógeno limpio a un corredor industrial para descarbonizar a partir de 2030 plantas de gran consumo como Sidenor, Tubacex y Tubos Reunidos o Vidrala.
En otro orden de cosas, Petronor avanza sin corsés hacia el horizonte del hidrógeno una vez allanado el camino tras la polémica entre Repsol y el Gobierno de Sánchez por los recargos a las energéticas. La refinería de Muskiz tiene ya en marcha la construcción en el Puerto de Bilbao del electrolizador intermedio, el de 10 MW, como trampolín hacia el de 100 MW, que podría empezar a construirse ya en septiembre.
Con ese hidroducto se podría abastecer tanto a siderúrgicas de la zona del gran Bilbao, como Sidenor o ArcelorMittal, como a las compañías tractoras de la zona de Ayala como Tubacex, Tubos Reunidos o Vidrala, llegando en total a empresas que concentran más o menos la mitad de las emisiones contaminantes de la industria vasca.
Petronor tiene en marcha además algunos otros planes en marcha ligados a la economía circular como la nueva planta para generar materiales de construcción a partir de residuos y CO₂ capturado, cuya construcción está en marcha en el Puerto de Bilbao de la mano del socio OCO Technology.
En el caso de los combustibles sintéticos, Petronor tiene en construcción también la planta demo en el puerto y la idea es que pueda empezar a producir combustible bio hacia la segunda mitad del año que viene. El mercado principal será el transporte pesado por carretera y también aviación y transporte marítimo, que juntos suman una parte muy importante de todas las emisiones contaminantes.
En cuanto al hidrógeno verde, y cuestionado por la forma en que se transportará hasta los consumidores, el también presidente del Corredor Vasco del Hidrógeno expuso algunas de las soluciones para reducir costes a la industria una vez ya se ha demostrado que es inviable que cada factoría cuente con su propio sistema de generación.
Una línea de unos 70 kilómetros de longitud que permitiría a las industrias contar con hidrógeno verde "en la puerta" a unos precios competitivos. Si ese electrolizador de 100 MW se prevé entrará en funcionamiento en 2028, el plan es que el tubo que envíe hidrógeno a la industria pueda estar listo, como pronto, en torno a 2030.
