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Los ponentes hablaron sobre la normalización como herramienta para la transición sostenible y debatieron sobre cómo afrontar los retos regulatorios y las oportunidades que puede aprovechar la industria de transformación de plásticos.
El ecodiseño, la reciclabilidad de los productos o el uso de material reciclado son conceptos que están ganando cada vez más peso en la industria de transformación de plásticos. Las empresas del sector llevan años integrándolos en su día a día, pero la regulación que está proliferando en los últimos años ha obligado a acelerar el proceso, a adaptarse a normativas que no siempre son homogéneas, a demostrar el cumplimiento y a luchar en un mercado global en el que los competidores de otras partes del mundo pueden tenerlo más fácil.
Sobre estos temas versó la jornada Sostenibilidad en la Industria de Plásticos: retos regulatorios y oportunidades para el sector de la transformación que organizó ANAIP en la feria Plastics & Rubber el pasado 13 de marzo.
Tras la bienvenida de Luis Cediel, director general de ANAIP y Mª Carmen del Amo, directora de Comunicación de la asociación, que puso en contexto la jornada e introdujo la importancia de la sostenibilidad en la industria, Iván Moya, responsable de Transformación sectorial de UNE hizo una ponencia marco en la que habló de la normalización como herramienta para avanzar hacia la sostenibilidad.
“Las empresas se enfrentan a nuevos desafíos como las obligaciones reglamentarias para las que la normalización es un aliado”, aseguró Moya. Hay normas de carácter transversal, que pueden aplicarse en cualquier tipo de empresa en las áreas de gobernanza, social, económica, etc. Pero también hay normas específicas para la industria de los plásticos.
De hecho, en los últimos años el Comité Técnico de Normalización 53 de Plásticos y Caucho está trabajando mucho en aspectos como la reutilización o el contenido en material reciclado. “Nos ayudan a evaluar la situación de la empresa y organizar un plan para adaptarnos y así hacer la transición de modelos lineales a modelos circulares de negocio y de productos”.
Después de su charla, tuvo lugar una mesa de debate moderada por Mª Carmen del Amo en la que Almudena Moya, responsable de calidad y medioambiente de Cordoplas; Yolanda Martínez, directora de medioambiente y RSC de Molecor; Natalia Campos, CEO de Enplast y Cristina Galán, responsable del grupo sectorial de sostenibilidad de envases y embalajes de ANAIP, charlaron sobre cómo se adaptan las empresas del sector a la gran cantidad de novedades regulatorias que afectan a los plásticos y cómo aprovechar las oportunidades que estos cambios pueden significar.
Con buena parte de los usos de los plásticos representados en la mesa (tuberías plásticas, envases y embalajes y reciclaje) en la conversación se trataron novedades que afectan a la mayoría de las aplicaciones para las que se utilizan estos materiales: desde el reglamento europeo de envases y residuos de envases hasta el reglamento de productos de construcción, pasando por el de ecodiseño y el de microplásticos.
“El sector de las tuberías plásticas es un sector muy normalizado −afirmó Yolanda Martínez, de Molecor−. Antes estaba más centrada en el área de calidad, pero ahora también de sostenibilidad. Nos afecta el reglamento de productos de construcción, el de ecodiseño, el de envases y residuos de envases. Y, muy importante, la regulación de microplásticos, que es un tema en el que las empresas llevamos tiempo trabajando para prevenir las pérdidas de pellets”.
Natalia Campos, CEO de Enplast, puso en valor todo el trabajo que han hecho las empresas antes de la llegada de normativas de sostenibilidad. “Una de las ventajas de los plásticos es su circularidad, por lo que el sector ya tiene buena parte del camino avanzado. En Enplast desde hace muchos años la innovación ha estado enfocada en la sostenibilidad”. "Pero con la llegada de nueva legislación, llegan también nuevos procesos y una “carga administrativa muy grande”, añadió Natalia Campos.
En un contexto en el que el uso de material reciclado gana cada vez más presencia, la figura de los recicladores es fundamental en el sector. “Somos el primer y el último eslabón de la cadena de la economía circular”, afirmó Almudena Moya. Cordoplas es, además, la primera empresa recicladora certificada con fin de condición de residuo con AENOR.
Entre las últimas regulaciones que afectan a los plásticos, la que más daño está haciendo a las empresas que se dedican a fabricar envases es la ley de residuos, que incluye el impuesto a los envases de plástico no reutilizables. Un impuesto que, tal como defendió Natalia Campos, no solo perjudica a las empresas, sino también al medioambiente “porque se priman soluciones de envasado que simplemente no tengan plásticos, sin comprobar que realmente sean más sostenibles”.
La última en tomar la palabra fue Cristina Galán, responsable del grupo sectorial de sostenibilidad de envases y embalajes de ANAIP, que hace seguimiento a las novedades regulatorias que afectan al sector. Cristina Galán repasó los aspectos del Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases que más afectan a las empresas de plásticos y explicó el trabajo de la asociación en el proceso de elaboración de la norma, que comenzó en 2022.
“Hemos intentado influir para que el texto sea lo menos malo para los fabricantes”. Fruto de ese trabajo ha sido una de las últimas novedades respecto a los objetivos de reutilización que incluye el reglamento y que obliga a que el film de paletizar y los flejes no sean de un solo uso. “Esta semana se ha publicado una consulta pública a un acto delegado en el que se busca la exención del film y los flejes para que queden fuera de la obligación de reutilización”.
El último punto que se puso sobre la mesa de debate fue el Sello de Industria de Plásticos Española y Sostenible, una marca que presentó ANAIP en junio de 2023 y que reconoce a las empresas de la industria que producen principalmente en España y trabajan para mejorar su impacto económico y social.
Molecor, Enplast y Cordoplas tienen el sello y sus representantes en la mesa reconocieron que les ha servido para organizar y poner en contexto todo el trabajo que hacen las empresas en los ejes económico, social y medioambiental de la sostenibilidad. “Permite poner encima de la mesa todo lo que se hace en la empresa en términos de sostenibilidad. Y es una manera muy sencilla de iniciarse en el camino de la sostenibilidad para aquellas empresas que estén empezando esta estrategia”, aseguró Yolanda Martínez. “Es un incentivo, un premio por estar haciendo las cosas bien y mejorando en esta área”, sentenció Almudena Moya.
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