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El vicepresidente de Industria de la Comisión Europea, Stéphane Séjourné, ha anunciado que el próximo 25 de marzo pondrá en marcha un diálogo estratégico para diseñar un plan de apoyo a la industria química europea ante las dificultades del sector por la carestía energética y la competencia extranjera.
Este diálogo sucede a los que ya han tenido o están teniendo lugar con el sector del automóvil y el del acero, también considerados estratégicos para la UE, que han desembocado en el diseño del planes para impulsar ambos sectores, que en el caso del motor se conoció la semana pasada y en el del acero se presentará la semana próxima.
"La química es la industria de las industrias. Detrás de la industria química hay muchos sectores", dijo Séjourné en una rueda de prensa tras un consejo de ministros de Industria de la UE en el que siete países - España, Francia, República Checa, Países Bajos, Rumanía y Eslovaquia - pidieron actuar ante la "alarmante" situación del sector.
A Bruselas le preocupa en particular la caída de los márgenes de esta industria debido a la "explosión del precio de la energía", así como la necesidad de modernizar sus instalaciones y equipos, que en muchos casos son deficientes en el plano medioambiental.
"Habrá que ver cómo modernizar este sector, cómo podemos invertir, teniendo márgenes que han caído por la competencia internacional y sobre todo por el precio de la energía en Europa", dijo Séjourné, quien incidió en que Bruselas prevé elaborar un "plan empresarial" para el sector, no nueva regulación.
En concreto, la producción de la industria química en la UE ha caído un 12 % entre 2019 y 2023, lastrada sobre todo por el hecho de que la energía es hasta tres veces más cara que en Estados Unidos (el gas natural) y por la brecha de precios con sus competidores internacionales, que es de entre el 70 %y 100 % en el caso del PVC o del 80 % en el del ácido glicólico, según un documento presentado por los siete países mencionados.
A ello se une que las perspectivas de otros sectores de su cadena de valor, como la construcción o la automoción, también están a la baja por la contracción de su actividad. Solo en el sector petroquímico se espera el cierre de 20 hornos de aquí a 2035, lo que podría afectar a 50.000 puestos de trabajo si no se toman medidas, añaden.
Según explicó Séjourné, el diálogo comenzará a nivel de comisarios europeos, en concreto con la responsable de Medio Ambiente, Jessika Roswall, y continuará después con representantes de la industria y de los agentes sociales, como ha sido el caso en los anteriores.
Las iniciativas se enmarcan dentro de los esfuerzos más amplios de la UE por recuperar competitividad económica frente a Estados Unidos y China, redoblados ante el recrudecimiento proteccionista que ha supuesto la llegada de Trump a la Casa Blanca.