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Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge, desarrolló un dispositivo que podría cambiar el futuro de la producción de combustibles.
Según informó MIT Technology Review, este instrumento alimentado por energía solar, convierte en dióxido de carbono y agua en hidrocarburos valiosos como el etileno y el etano.
Este avance no solo representa un paso significativo hacia la creación de combustibles más limpios, sino que también podría reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
El medio MIT Technology Review, explicó que durante años, los científicos han intentado replicar la fotosíntesis, el proceso natural que utilizan las plantas para convertir la luz solar y el dióxido de carbono en energía.
Por su parte, las hojas artificiales fueron diseñadas para dividir el agua en oxígeno e hidrógeno, que después pueden ser utilizados como fuentes de energía. Sin embargo, el nuevo dispositivo va más allá al producir hidrocarburos, que son más densos en energía y tienen aplicaciones más amplias en la industria.
Para lograr este avance, los investigadores introdujeron varias innovaciones. Una de las claves fue el uso de un catalizador especializado, compuesto por estructuras de cobre en forma de flores, desarrolladas en el laboratorio de Peidong Yang en la Universidad de California, Berkeley.
Estas estructuras permiten la acumulación de electrones, que luego se utilizan para transformar el dióxido de carbono y el agua en moléculas como el etileno y el etano (EEUU).
El dispositivo también incorpora nanocables de silicio que absorben la luz para procesar glicerol en lugar de agua, lo que resulta en un uso más eficiente de los electrones.
Este método no solo es más eficiente energéticamente, sino que también produce compuestos útiles como el glicerato, el lactato y el acetato, que tienen aplicaciones en las industrias cosmética y farmacéutica.
A pesar de los avances, el dispositivo todavía enfrenta desafíos antes de ser comercialmente viable. Yanwei Lum, profesor asistente de ingeniería química y biomolecular en la Universidad Nacional de Singapur, señaló que aunque el concepto demostró ser funcional, su rendimiento actual no es suficiente para aplicaciones prácticas.
Según destacó MIT Technology Review, el mecanismo necesita ser más duradero y eficiente para su adopción en la producción de combustibles.
El líder de la investigación, Virgil Andrei, de la Universidad de Cambridge, expresó su visión de utilizar esta tecnología para crear combustibles que no dejen una huella de carbono perjudicial.
Andrei agregó que, si el proceso utiliza dióxido de carbono capturado del aire o de plantas de energía, los combustibles resultantes podrían ser neutros en carbono, reduciendo así la necesidad de extraer recursos fósiles.
En relación, el investigador afirmó, “eventualmente queremos poder obtener dióxido de carbono para producir los combustibles y productos químicos que necesitamos para la industria y la vida cotidiana”.
A pesar de los desafíos, Andrei se muestra optimista sobre el futuro de esta tecnología. Y es que, el investigador cree que, gracias a conceptos no convencionales y técnicas de vanguardia, esta tecnología podría despegar en los próximos cinco a diez años.
Este avance podría marcar un hito en la búsqueda de soluciones sostenibles para la producción de energía y productos químicos, alineándose con los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático.
Clic AQUÍ para ver el vídeo ´Nanocables de silicio absorben luz para procesar glicerol´.