17 de marzo, 2025 XML
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El mundo automotriz se encuentra en una difícil encrucijada. La alta huella ambiental de los combustibles fósiles nos obliga a buscar diariamente nuevas formas de abastecimiento energético menos contaminantes.

Esta necesidad de bajar las emisiones de carbono ha llevado a la humanidad a experimentar nuevas tecnologías, siendo el hidrógeno una alternativa prometedora y limpia. Cuando el hidrógeno se consume en una celda de combustible, solo origina agua. Puede utilizarse para almacenar, transportar y brindar energía. Además, puede originarse a partir de varios recursos energéticos, como gas natural, biomasa, energía eólica y energía fotovoltaica.

Dichas cualidades transforman el hidrógeno en un combustible atractivo para aplicaciones de transporte y producción de electricidad. Puede adoptarse en industrias, viviendas, almacenamiento de energía o movilidad sostenible.

Un motor de combustión que supera la ciencia ficción

La compañía Cummins y sus socios tecnológicos completaron un importante proyecto de desarrollo de motores de combustión interna de hidrógeno (H2-ICE) para vehículos comerciales. El proyecto, denominado ‘Proyecto Brunel’ fue gestionado por Cummins, de la mano de Johnson Matthey, PHINIA y Zircotec, con fondos equivalentes del Gobierno del Reino Unido y el respaldo del Centro de Propulsión Avanzado del Reino Unido (APC).

El consorcio entregó satisfactoriamente un motor de hidrógeno de 6,7 litros para camiones y autobuses de servicio mediano, cuya base estaba puesta en la plataforma probada de encendido por chispa de Cummins.

El motor dispone de una nueva tecnología de inyección de combustible de hidrógeno de PHINIA, el catalizador de postratamiento y el desarrollo avanzado de química de metales de Johnson Matthey, y los recubrimientos de barrera de hidrógeno de Zircotec. Un escenario que mejora tanto el rendimiento como la durabilidad.

Usando combustible de hidrógeno sin carbono, el motor consigue una disminución de más del 99% en las emisiones de carbono del tubo de escape y NOx ultra bajo en comparación con el estándar diésel Euro VI. Un proyecto arrollador a la altura del motor eléctrico más extraño del mundo de 50 cilindros.

Creación de partículas de agua

En un evento desarrollado en las instalaciones de Cummins en Darlington, los socios del proyecto expusieron las principales conclusiones y debatieron acerca de la tecnología H2-ICE y cómo esta podría aligerar la descarbonización del transporte comercial.

Jonathan Atkinson, director ejecutivo de estrategia de productos de Cummins, matizó que “Project Brunel” destaca el poder de la colaboración entre los líderes de la industria y subraya nuestro compromiso continuo con la descarbonización de la industria”.

Y agregó: “Este proyecto ha entregado con éxito una opción de energía viable y familiar que cumple con los requisitos operativos de los vehículos comerciales actuales, con combustible sin carbono y sin la necesidad de un rediseño completo del vehículo”.

“Este es un gran logro para Cummins Darlington y para el liderazgo en tecnología de hidrógeno del Reino Unido. Esperamos que el gobierno reconozca el potencial de esta tecnología para los vehículos comerciales más allá de 2035 y 2040, para alinear la regulación con otros mercados globales importantes”.

Aplicaciones del motor de combustión impulsado por Reino Unido

Aunque el motor de 6,7 litros ha sido creado para aplicaciones de servicio mediano, su diseño es escalable a vehículos pesados, incluyendo la maquinaria agrícola y de construcción. Cummins ya trabaja en un motor de combustión interna de hidrógeno de 15 litros para instaurar en aplicaciones más pesadas.

Cummins también ha invertido más de 13 millones de libras esterlinas en una nueva instalación de pruebas de tren motriz en su campus de Darlington para brindar respaldo al desarrollo de trenes motrices avanzados de diésel, gas natural, hidrógeno y baterías eléctricas en varias industrias.

“El H2-ICE es una opción lista para usar, cercana a las cero emisiones netas, en la caja de herramientas del tren motriz para descarbonizar el sector del transporte medio y pesado. JM se enorgulleció de ser pionera en catalizadores de control de emisiones automotrices y desde entonces ha invertido décadas de investigación y desarrollo para minimizar los contaminantes nocivos que ingresan a la atmósfera”, expresó Tauseef Salma, director de tecnología de aire limpio de Johnson Matthey.

En definitiva, Reino Unido es parte de un proyecto creador de un motor de combustión que supera la ciencia ficción. Quema partículas de agua y ya resuena en el sector del automóvil. Pero Reino Unido no es el único país dispuesto a hacer historia bajo estos términos. España ya soñó con algo parecido hace 50 años, pero violaba las leyes físicas: hoy, su “motor de agua” es una realidad.

 

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