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El XXI Convenio General de la Industria Química ha sido una de las negociaciones más complejas de los últimos años, pero su aprobación aporta estabilidad y seguridad jurídica a las empresas en un contexto de gran incertidumbre.
Esta fue una de las principales conclusiones del Seminario KIMIKA: Novedades, entorno laboral y dudas de aplicación del XXI Convenio General de la Industria Química, organizado por AVEQ-KIMIKA, la Asociación vasca de empresas químicas, que reunió a 40 profesionales del sector para analizar los retos laborales y la aplicación del nuevo marco regulador.
La inauguración del seminario estuvo a cargo de Luis Blanco-Urgoiti, secretario general de AVEQ-KIMIKA, quien subrayó la importancia de generar espacios de debate para interpretar correctamente la normativa laboral. "El nuevo convenio ha sido especialmente complejo de negociar, pero aporta certidumbre a las empresas en un entorno de alta volatilidad", afirmó.
Luis Blanco-Urgoiti subrayó que, en el ámbito industrial, las inversiones requieren plazos de amortización largos y estabilidad en los costes. "En las actividades industriales, las inversiones no se pueden plantear a corto plazo”, señaló. En este sentido, destacó que el gran objetivo de cualquier negociación colectiva es precisamente la certidumbre. "Cuando una organización empresarial comienza con la negociación de un convenio colectivo, su meta es llegar a un acuerdo lo antes posible, con la menor conflictividad y que dote a las empresas de capacidad de previsión de costes", afirmó.
Adicionalmente, Blanco alertó sobre la creciente preocupación del sector ante la falta de relevo generacional y la fuga de talento. "Nos encontramos con un gran número de profesionales altamente cualificados que se jubilarán en los próximos años y con dificultades para encontrar reemplazo", explicó. Asimismo, destacó el absentismo como otro de los factores que impactan directamente en la competitividad de la industria: "Las empresas químicas no pueden permitirse estos niveles de ausencias sin consecuencias en su operativa y resultados".
Cristina Vázquez, directora de Asuntos Socio-Laborales y Relaciones Institucionales de Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), detalló el proceso de negociación del XXI Convenio General de la Industria Química, que se enfrentó a múltiples dificultades debido a las diferencias entre los sindicatos y la incertidumbre económica de cara a los próximos años. "Las tensiones en torno a la revisión salarial para 2026 fueron uno de los puntos más conflictivos, lo que retrasó el proceso y elevó la presión en la mesa de negociación", explicó.
A pesar de ello, Vázquez defendió el acuerdo alcanzado: "Dadas las circunstancias, es el mejor convenio posible para garantizar estabilidad y seguridad jurídica a las empresas del sector".
Daniel Macho, socio de Analistas de Relaciones Industriales (ARINSA) --bufete de apoyo técnico a la comisión negociadora convenio general-- expuso los principales cambios incorporados en el convenio, la mayoría de ellos adaptaciones a nuevas normativas. "El 80 o 90 % de las modificaciones responden a actualizaciones legales más que a nuevas condiciones negociadas", señaló.
Entre las novedades, destacó el refuerzo en igualdad, incluyendo medidas específicas para el colectivo LGTBI; las nuevas protecciones para víctimas de violencia de género., la actualización de regulaciones sobre trabajo a distancia y digitalización, así como las medidas para mejorar la conciliación y la seguridad laboral.
"Es fundamental que las empresas estén al día con estos cambios para evitar conflictos y optimizar su gestión laboral", añadió Macho.
Mikel Andérez, director de los Servicios Jurídicos de CEBEK y AVEQ-KIMIKA, analizó la situación de las relaciones laborales en Euskadi, donde los sindicatos vascos buscan impulsar ámbitos de negociación autonómicos. "Nos encontramos en un momento en el que las empresas deben conocer muy bien el marco regulatorio para evitar incertidumbre y conflictos innecesarios", advirtió.
El seminario finalizó con una mesa redonda moderada por Luis Blanco-Urgoiti, donde los ponentes intercambiaron opiniones sobre la aplicación del convenio y los retos que afronta la industria en Euskadi. Se debatieron aspectos como la evolución del IPC, la negociación de convenios de empresa y los pactos de aplicación.
"El sector químico necesita estabilidad en sus relaciones laborales para seguir siendo competitivo", concluyó Blanco-Urgoiti.
Como parte del encuentro, AVEQ-KIMIKA entregó a los asistentes un manual impreso del XXI Convenio General de la Industria Química, disponible para todas sus empresas asociadas. Con un alto nivel de participación y debate, para el secretario general de la patronal vasca del sector químico esta nueva edición del seminario KIMIKA centrado en el convenio se ha convertido en un “punto de referencia, contribuyendo a fortalecer la seguridad jurídica y la competitividad de las empresas químicas vascas en un contexto de transformación y desafíos”.