Empresas Premium
La empresa australiana Vast Energy está marcando un hito global con la creación de la primera planta de demostración de metanol verde alimentada exclusivamente con energía solar térmica concentrada.
El objetivo del proyecto es demostrar que la producción de metanol verde, alimentada por energía solar, puede ser económicamente viable. Esto podría ser clave para descarbonizar la industria naviera global, ya que el metanol tiene las emisiones más bajas entre los hidrocarburos.
El proyecto, llamado VS1, se ubica en Port Augusta, Australia del Sur, y permitirá producir hasta 7.500 toneladas anuales de este combustible renovable.
Este desarrollo forma parte de South Australian Solar Fuels (SASF), una iniciativa que aprovecha el abundante sol del sur de Australia para generar calor verde a gran escala. Gracias a este calor, se impulsa un proceso termoquímico que permite obtener metanol a partir de hidrógeno verde (producido por electrólisis del agua) y CO₂ biogénico, evitando así el uso de combustibles fósiles.
El proyecto ha recibido 180 millones de dólares estadounidenses de la Agencia Australiana de Energías Renovables (ARENA), una suma que cubre aproximadamente la mitad del capital necesario para construir la planta VS1. También ha obtenido una subvención adicional de 700.000 dólares del programa Australia-Singapur para tecnologías de bajas emisiones.
Estas ayudas consolidan el proyecto como una referencia comercial global, permitiendo que otros actores del sector visiten la planta, comprendan el funcionamiento real de esta tecnología y reduzcan la percepción de riesgo en futuras inversiones.
Aunque el proceso químico para sintetizar metanol es bien conocido, la innovación de Vast radica en sustituir el calor fósil por calor solar concentrado. El método consiste en:
El uso de calor solar térmico concentrado reduce costes y emisiones, posicionando al metanol verde como un candidato serio para descarbonizar el transporte marítimo.
Maersk, uno de los mayores operadores navieros del mundo, ya ha comenzado a incorporar metanol verde como combustible en sus nuevas embarcaciones. Se espera que esta tendencia crezca, ya que el metanol no solo emite menos carbono que otros hidrocarburos, sino que también puede distribuirse y almacenarse fácilmente, igual que la gasolina o el diésel actuales.
Con un mercado global de más de 30.000 millones de dólares en 2023, el metanol se perfila como uno de los combustibles del futuro, especialmente si su producción se puede escalar de forma sostenible.
Este avance es el resultado de una colaboración estratégica entre Australia y Alemania, buscando transformar las fuentes renovables australianas en combustibles líquidos exportables a Europa.
Vast ya planea una ampliación de su modelo con el Proyecto Bravo en Estados Unidos, en colaboración con GGS Energy. Aunque se encuentra en fase inicial, la validación del proyecto de Port Augusta será clave para acelerar su desarrollo.
El metanol verde producido con energía solar térmica tiene el potencial de:
Al ser escalable, esta tecnología podría extenderse a otros sectores industriales que requieran calor de proceso sostenible, como la siderurgia o la industria química.
|