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Cada año, el "Día del Sobregiro" marca el día en que el presupuesto anual de biocapacidad de un país se agotaría si todos los habitantes del mundo vivieran lo mismo que su población.
En países europeos como Alemania, este día cae el 3 de mayo de 2025, más de tres meses antes que el año anterior. El centro de investigación y transferencia b-ACTmatter de la Universidad de Leipzig investiga enfoques innovadores para contrarrestar la creciente escasez de recursos ante el aumento de la población mundial mediante procesos de producción sostenibles y tecnologías circulares.
El proyecto REPLACER está desarrollando generaciones de materiales vivos híbridos. Están diseñados para reducir la contaminación plástica con ayuda del CO₂ y el metano, explica en una entrevista el Dr. Rohan Karande, director del proyecto:
"Las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación por plásticos y la escasez de proteínas son amenazas existenciales y plantean enormes retos para Europa y el mundo. ¿Cómo puede la ciencia convertir estas amenazas en oportunidades?", comenta al respecto.
Y continua: "En el marco del proyecto REPLACER, financiado por M-ERA.Net, estamos desarrollando una nueva generación de materiales vivos híbridos (HLM) junto con el Instituto Leibniz de Ingeniería de Superficies (IOM) de Leipzig, la Universidad de Letonia en Riga y la empresa tecnológica rumana Holisun. Estos HLM están diseñados para capturar las emisiones de gases de efecto invernadero, reducir la contaminación por plásticos y proporcionar una fuente sostenible de proteínas alternativas".
Y añade que "estamos desarrollando los HLM cultivando consorcios de biopelículas microbianas en estructuras plásticas porosas, especialmente en PET reciclado. Utilizando los efectos sinérgicos de las cepas fotoautótrofas y metanótrofas formadoras de biopelículas, debería generarse de forma eficiente una elevada biomasa para sustitutos proteicos sostenibles en alimentos y piensos".
Incorporando biopelículas de especies mixtas en materiales porosos, podemos aglutinar gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el metano -tal y como se producen en las plantas de biogás- y convertirlos en valiosas proteínas microbianas para cerrar el ciclo económico.
Este proceso basado en HLM ofrece una alternativa sostenible a las materias primas fósiles y responde tanto a las preocupaciones medioambientales como a la creciente demanda de proteínas. Actualmente, han desarrollado fotobiorreactores basados en HLM a escala de laboratorio (nivel de preparación tecnológica 3) que pueden producir varios gramos de biomasa al día.
El próximo hito es la ampliación a un kilogramo de biomasa al día. Con el apoyo de SMILE, la iniciativa de creación de empresas de la Universidad de Leipzig, el equipo está investigando futuras aplicaciones y estrategias de comercialización.
Aunque fundar una start-up en esta fase inicial sería ambicioso, es un posible siguiente paso. Este proyecto interdisciplinar muestra cómo la innovación científica puede generar cambios significativos transformando los problemas medioambientales actuales en soluciones para un futuro sostenible.
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