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Toledo acogió el pasado sábado, 26 de abril, la gala de la II Edición de los Premios Nacionales Avelino Corma -membresía en reconocimiento a uno de los investigadores españoles más internacionales y premio Príncipe de Asturias.
Organizados por el Colegio de Profesionales en Ingeniería Química de Castilla-La Mancha (COPIQ-CLM), el Colegio de Ingeniería Química de Valenciana (COIQCV) y la Federación Española de Profesionales de Ingeniería Química (FEPIQ), con el apoyo de Repsol, para reconocer la excelencia profesional en ingeniería química a nivel nacional, así como el talento emergente en investigación de la ingeniería química en las universidades españolas.
Así, cinco jóvenes de más de 20 universidades españolas fueron los galardonados, junto a los premios profesionales que recayeron en Ignasi Cañagueral Laboria de Tarragona y Calpech de Sant Vicent del Raspeig de Alicante.
Al acto asistieron, entre otras personalidades, el rector de la UCLM de Castilla-La Mancha, José Julián Garde López-Brea, la directora general de Autónomos, Trabajo y Economía Social, Ana María Carmona, el presidente de la CODDIQ (Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Química) Manuel Andrés Rodrigo Rodrigo, Carlos Manuel Negro Álvarez, el presidente del Foro Química y Sociedad y los organizadores de los Colegios de Profesionales Químicos de Castilla-La Mancha, Valencia y de la Fepiq, María Marqués Lleó, Jesús Manuel García Vargas y Pedro García Haro, respectivamente y el director del Complejo Industrial de Puertollano, Antonio Lorenzo Egido, en una gala dirigida por el Catedrático de la UCLM, Carlos González Morcillo,
El decano del Colegio de Profesionales de Ingeniería Química, Jesús Manuel García Vargas, destacó “la consolidación de unos premios que nacieron con el objetivo principal de hacer llegar al conjunto de la sociedad española el talento y la dedicación de nuestro colectivo profesional (…) somos unos de los profesionales claves con los que cuenta nuestro país para afrontar los cambios que se deben dar en nuestro modelo productivo con el objetivo de combinar desarrollo económico y cuidado del medio ambiente, siendo fundamentales en ámbitos como la economía circular, el desarrollo de energías renovables o en el tratamiento y la gestión del agua”.
Aprovechó su intervención para pedir que, a pesar de ser profesionales altamente reconocidos, el Estado tiene pendiente desde hace más de 30 años adecuar la legislación relacionada con las profesiones en el ámbito de la ingeniería a la realidad académica y profesional actual, por lo que es esencial que esta demanda se vea reflejada en los dos proyectos de ley, el de la Ley de Industria y Autonomía Estratégica y el de la Ley de Función Pública, que en estos momentos está tramitando el Congreso de los Diputados.
Por su parte, María Marqués Lleó, afirmó que "la ingeniería química, consolidada desde principios del siglo XX y reconocida internacionalmente, está ganando mayor visibilidad y valoración en España gracias al trabajo de colegios profesionales y asociaciones como FEPIC, pero sobre todo por el desarrollo de trayectorias profesionales y empresas innovadoras, como las que hoy se reconocen aquí, junto a jóvenes promesas que son el presente y el futuro de la Ingeniería Química Española”.
El rector de la UCLM, Garde López Brea, puso en valor una vez más el valor de la Universidad en la sociedad, “por cada euro público que recibe esta Universidad lo multiplica por cinco”. Destacó la presencia de la Facultad de Química de la UCLM y su prestigio a nivel nacional y afirmó que "uno de sus mayors aciertos es contar con Amaya Romero, ingeniera química, como vicerrectora de Estudiantes y Empleabilidad, porque la empleabilidad en la Universidad tiene que ir unida a los estudiantes”.
En esta II Edición de los Premios Avelino Corma los premiados fueron Ramón Guimerà Vives (Universitat Politècnica de València), en la categoría de Catálisis, Petroquímica y Optimización de Procesos Industriales; Daniel Bartumeus Vallespí (IQS – Institut Químic de Sarrià), en Energías renovables y transición energética; José Tomás Hernández (Universidad de Castilla-La Mancha), en Nuevos Materiales; y Alberto Pérez Calvo (Universidad de Valencia), en Aplicaciones ambientales de la Ingeniería Química y Beatriz López Cabezas, de la Universidad Complutense de Madrid en la Categoría: Química verde, economía circular y bioeconomía.
Este año el Premio Empresa Innovadora se ha concedido a una joven pero prometedora spin-off nacida en el ecosistema universitario: Calpech, ubicada en Sant Vicent del Raspeig de Alicante y dirigida por Yuriy Budyk, es una empresa surgida de la Universidad de Alicante que ha logrado convertir un residuo agrícola tan problemático como el alpechín en un recurso de alto valor. A través de una tecnología patentada, Calpech produce nanopartículas de hierro encapsuladas en carbono con aplicaciones en la depuración de aguas, la captura de contaminantes gaseosos, la mejora de suelos agrícolas y la optimización del rendimiento energético en digestores de biogás.
Calpech es el ejemplo perfecto de cómo la ciencia, la pasión y la constancia pueden transformar un problema ambiental en una solución sostenible y escalable. En tan solo cuatro años ha cosechado más de una docena de premios nacionales e internacionales, convirtiéndose en referente de innovación circular en el sector químico. L
El Premio a la Trayectoria Profesional en Ingeniería Química de esta segunda edición reconoce a una figura clave en la industria química española: Ignasi Cañagueral Laboria. Desde su incorporación a Dow en 1988, ha liderado proyectos transformadores en el complejo industrial de Tarragona, donde actualmente dirige siete plantas y coordina a casi 700 profesionales.
Su trayectoria combina innovación tecnológica- como la automatización de plantas, la descarbonización de crackers o la integración de tecnologías de captura de carbono- con una profunda vocación humana. Ignasi ha impulsado estándares de excelencia en seguridad, ha promovido la circularidad de la industria y ha tejido alianzas estratégicas desde la presidencia de Asociación Empresarial Química de Tarragona que ostenta.
Su liderazgo no solo ha mejorado procesos: ha generado cultura industrial. Ignasi Cañagueral es reconocido con este prestigioso galardón Avelino Corma, no solo como ingeniero que ha trabajado con reacciones químicas, sino también con personas, visión y compromiso con la sociedad.
La celebración del talento de la Ingeniería Química española ha contado en esta ocasión con el patrocinio de Repsol, Moeve, Técnicas Reunidas, Fundación Sener, La Mutua de los Ingenieros, la Cátedra BP-UPV de Innovación Energética, Meryt, CADE, Servier y Globalcaja y la colaboración de la Universidad de Castilla-La Mancha, Feique, Alvinesa, la Coddiq y Trophy House.
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