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El nuevo termopar de Wika para alta temperatura, modelo TC84, ofrece máxima seguridad y una vida útil prolongada. Su robustez se debe a la combinación de un tubo protector de zafiro y una cámara de seguridad de dos etapas. Este instrumento de medida se puede suministrar, asimismo, en versiones ATEX o con certificación IECEx.
Las aplicaciones típicas del modelo TC84 se hallan en reactores de gasificación –que alcanzan temperaturas de proceso de hasta 1700 °C y cargas de presión de hasta 65 bar– y en unidades de recuperación de azufre. El diseño patentado de este instrumento de medida protege al termopar -fabricado en metales preciosos- de los efectos dañinos del proceso mediante dos tubos protectores: un tubo externo cerámico y un tubo interno de vidrio de zafiro monocristalino, que retarda eficazmente el envenenamiento del termopar; en caso de rotura accidental, el sistema de sellado doble de la cámara de seguridad evita el escape de sustancias tóxicas.
La construcción del termopar obedece también a conceptos económicos: si un termopar TC84 se daña debido a cargas extremas, se puede reparar cambiando las piezas sumergidas: no es necesario adquirir un instrumento nuevo. El tubo protector de zafiro hace asimismo innecesaria una costosa purga con gas inerte —de protección del termopar—, aseguran desde Wika.