Válvula antirretorno

Stif ha diseñado una válvula innovadora que satisface una serie de necesidades reales y en una investigación y desarrollo en asociación con el Ineris. El objetivo de esta campaña de prueba era aumentar el conocimiento del comportamiento de una válvula de aislamiento durante una explosión, en condiciones lo más cercanas posible a los usos reales del producto. También se observó, gracias a las numerosas pruebas, que la contrapresión generada aguas abajo de la válvula después de su cierre debido a la explosión del tanque de prueba de 10 m³, generó una potente tensión mecánica e influyó significativamente en todos los parámetros técnicos del producto certificado:

Los resultados de la prueba pusieron de relieve la importancia de las condiciones reales de uso de las válvulas aislamiento de explosión y las limitaciones actuales de la norma EN 16447 en las recomendaciones de ensayo. De hecho, “en el mercado hay muchas válvulas “certificadas” en condiciones que no son suficientemente condiciones que no están lo suficientemente cerca de la realidad y no protegen adecuadamente las instalaciones en las que están instaladas”, apuntan desde Stif.

La contrapresión observada muestra que la fuerza ejercida sobre la aleta es mayor aguas abajo que aguas arriba durante un corto período (30 ms), entre 200 ms y 250 ms, después de que la clapeta está cerrada; luego, otra vez por el mismo período de tiempo entre 300 y 350 ms, y luego entre 400 y 450 ms. Esta contrapresión alcanza más de 300 mbar, mientras que la presión aguas arriba ha caído a 100 mbar durante la primera ola.

Esta serie de ondas ejerce una considerable tensión mecánica sobre la válvula de aislamiento de explosión. Además, Stif tuvo que modificar, reforzar y ajustar el mecanismo de palanca de la válvula, el cuerpo y la fuerza del producto en su conjunto para hacer frente a estas limitaciones.

La principal consecuencia de esta observación es un aumento de la distancia entre el recipiente a proteger y la válvula. De hecho, todas las pruebas realizadas sin tuberías de aguas abajo no someten la válvula a este importante estrés, por lo que las distancias entre el recipiente a proteger y las válvulas instaladas en el mercado son completamente erróneas.