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Las nanopartículas de hierro se comercializan en la actualidad por parte de expertos en este campo que han logrado encontrar diferentes caminos para sintetizarlas y aprovechar sus propiedades.
Una de sus cualidades reside en la digestión anaerobia, algo que tiene una gran cantidad de usos entre los que destaca su aplicación en las aguas residuales. Pero, ¿cómo funciona este proceso?, ¿en qué consiste realmente? A continuación, te exponemos todo lo que debes saber al respecto.
Las nanopartículas de hierro son partículas diminutas de hierro, tanto que solo se pueden medir con la ayuda de un nanómetro. No son perceptibles a simple vista, pues su tamaño es similar al que puede tener un virus.
¿Cuál es el beneficio que ofrece esta particularidad? Que proporcionan un aumento muy contundente de la superficie por gramo que son capaces de abarcar. Esto mejora sus propiedades en diferentes aspectos, por ejemplo, en el caso de su aplicación para la digestión anaerobia. En la actualidad hay interesantes compañías que se dedican a sintetizarlas con sus propios métodos y proveen a la industria de ellas,
Cuando las nanopartículas están encapsuladas en carbono, estas son capaces de mejorar tanto la producción como la calidad del biogás. Lo que hacen es relacionarse con el ácido sulfhídrico que se gesta durante la digestión, evitando de esta forma que el digestor se envenene y potenciando las cualidades positivas del propio biogás. También son capaces de actuar como una suerte de nutrientes para los microorganismos.
En este proceso, las nanopartículas de hierro tendrán la capacidad de incrementar la generación del biogás hasta en un 20 % y potenciar la optimización del metano hasta en un 40 %. A su vez, consiguen estabilizar los biodigestores cuando se enfrentan a cargas elevadas orgánicas.
Gracias al proceso de digestión anaerobia es posible minimizar los costes de mantenimiento que vienen ligados a la eliminación de ácido sulfhídrico. Con ello se solventan diferentes problemas medioambientales como puede ser la creación de una solución eficiente para las depuradoras de agua o la vaporización de alpechín.
Sus aplicaciones son variadas y eficientes. Con las nanopartículas es posible eliminar los compuestos sulfurados del agua, también los metales pesados o los pesticidas y fármacos. Se convierten en soluciones efectivas para la valorización energética del biogás en los procesos de digestión anaerobia, de forma que se reducen considerablemente los costes de mantenimiento y se dilata de la vida útil del motor de combustión.
Pese a que hay diversos métodos para su sintetización, en la actualidad es posible realizarla mediante carbonización hidrotermal. Este proceso se hace mucho más respetuoso con el medioambiente, sostenible y poco contaminante. De esta forma se pueden potenciar todas sus propiedades beneficiosas, sin que suponga un riesgo para el entorno, ofreciendo una respuesta a la optimización de la gestión de sectores como el de las aguas residuales, sin poner en riesgo la salud del planeta.