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HRS Heat Exchangers es conocida por diseñar soluciones de intercambiadores de calor compactos y fiables que ofrecen niveles excepcionales de transferencia térmica y eficiencia energética.
La clave para conseguirlo es el uso de tubos corrugados que ofrecen numerosos beneficios, como la reducción de la suciedad. Lo que es menos conocido es que el perfil corrugado se adapta a cada diseño y aplicación de intercambiador de calor concreto.
En anteriores ocasiones hemos enumerado las ventajas que ofrecen los tubos corrugados en comparación con el uso de tubos lisos en intercambiadores de calor tubulares. La primera es que las corrugaciones crean un flujo turbulento en el producto, lo que evita que los materiales viscosos o suspendidos se adhieran a la pared del tubo, donde pueden formar una capa límite y evitar una transferencia térmica eficiente.
Esta mayor eficiencia consigue que los tubos corrugados proporcionen mayores niveles de transferencia térmica que los tubos lisos de la misma longitud, por lo que los intercambiadores de tubos corrugados pueden tener hasta la mitad del tamaño de sus equivalentes de tubos lisos.
La turbulencia creada en el tubo también reduce la frecuencia de limpieza y simplifica el mantenimiento, en comparación con otros diseños de intercambiadores.
Uno podría pensar que utilizamos un tipo estándar de tubo corrugado y que la geometría de la corrugación (tamaño, ángulo, paso y profundidad de las corrugaciones en el tubo) es la misma para todos nuestros intercambiadores de calor. De hecho, la geometría de la corrugación varía con cada diseño.
Para obtener un flujo de producto óptimo, necesitamos optimizar el perfil de corrugación en el tubo del intercambiador de calor, y esto está determinado por varios factores, como son las propiedades físicas y químicas del producto (por eso analizamos los productos no estándar al comienzo del proceso de diseño); el rendimiento requerido, la tasa de transferencia térmica, la caída de presión, el diámetro del tubo y el material de fabricación empleado.
Si bien contamos con ángulos estándar para cada diámetro de tubo, estos varían según los demás parámetros mencionados anteriormente. Durante el proceso de diseño inicial, determinamos el diseño de corrugación óptimo para obtener el mejor rendimiento térmico.
Una vez finalizado el diseño y la corrugación, así como el resto de los detalles, se envía a fabricación. Como cada diseño es diferente, comenzamos con tubos de acero lisos, que posteriormente se perfilan según la especificación del diseño. A lo largo de este proceso se realizan controles de calidad periódicos para garantizar que los tubos corrugados cumplen exactamente con los parámetros de diseño.
Una vez perfilados los tubos, se combinan para formar los elementos individuales del intercambiador de calor y, posteriormente, el equipo final o sistema integrado. Con este enfoque personalizado, cada intercambiador de HRS está diseñado para ofrecer una transferencia térmica y una eficiencia energética óptimas durante toda su vida útil.