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Gracias a la tecnología lineal de igus, una compañía estadounidense ha fabricado un robot capaz de escribir documentos con caligrafía humana, lo que hace que los mensajes sean más cercanos y conecten emocionalmente con el lector.
Los ingenieros de Spline Product Development han desarrollado un robot capaz de replicar la escritura humana. Su diseño es similar al de una impresora 3D compacta, y se compone de una estructura con tres módulos lineales que se encargan del movimiento de un bolígrafo.
El posicionamiento es tan preciso que el autómata puede incluso imitar los matices de una escritura predefinida. Los expertos estadounidenses han diseñado esta máquina para empresas que desean enviar cartas a sus clientes con un toque personal, ya que, según los expertos en marketing, éstas obtienen una respuesta mucho más positiva en comparación con las cartas formales y de estilo sobrio que suelen enviar las organizaciones. El robot caligráfico ya se utiliza en la empresa Simply Noted de Tempe, en Phoenix (Estados Unidos).
Aunque el trabajo del robot pueda parecer sencillo, lograr ciertos movimientos con tanta precisión supuso un desafío técnico considerable. Según explican los expertos de Spline Product Development, los modelos anteriores cumplían su propósito, pero de manera lenta y eran más propensos al desgaste, lo que resultaba en altos costes de mantenimiento. Además, la caligrafía también dejaba mucho que desear.
Tras realizar varias pruebas, los ingenieros solo lograron avances significativos al incorporar los componentes de tecnología lineal de igus®.
La solución que implementaron está basada en una combinación de módulos lineales de aluminio en miniatura de la serie drylin® T con carros lineales precargados, un accionamiento de husillo dryspin® y motores eléctricos paso a paso. Dos de los módulos lineales funcionan de forma paralela a una distancia de unos 50 cm, cuyos carros lineales se desplazan a lo largo de los rieles, sujetando un tercer módulo lineal colocado transversalmente. En este tercer módulo se encuentra otro carro que se desplaza horizontalmente con el bolígrafo. Gracias a la interacción sincronizada de los ejes, el bolígrafo es capaz de llegar a cualquier punto dentro del área de escritura.
En lo que respecta a la escritura, cuando el robot inicia el proceso, es esencial una precisión mecánica excepcional. "Los motores paso a paso realizan movimientos de los carros con una precisión milimétrica a través de los husillos en ciclos de milisegundos", explica Michael Hornung, product manager de la tecnología lineal y la tecnología de accionamiento drylin® de igus®. En parte, este nivel de exactitud es posible gracias a la innovadora geometría de la rosca dryspin®, cuya eficacia es superior a la media del 82% debido a los ángulos planos de los flancos de la tuerca y del husillo, lo que optimiza la precisión en el ajuste. "Esta precisión permite al robot escribir con la misma motricidad que un ser humano, ya que, cuando escribimos, utilizamos más de 30 músculos diferentes de la mano, el brazo y el hombro".
Gracias a la tecnología lineal de igus®, el robot de escritura no solo es más preciso, sino que también presenta una menor necesidad de mantenimiento. La principal razón es porque los módulos lineales no requieren lubricación externa.
Esto se debe a que los plásticos de alto rendimiento de las tuercas y los elementos deslizantes, sobre los que se desplazan los carros lineales, contienen lubricantes sólidos que se liberan gradualmente durante el funcionamiento, permitiendo un movimiento de baja fricción. "Gracias a este efecto autolubricante, el robot opera perfectamente incluso en entornos polvorientos", afirma Hornung. "A diferencia de los sistemas lubricados, no hay riesgo de que el polvo y la suciedad del entorno se combinen con la grasa y formen una mezcla que disminuya la precisión de los movimientos de ajuste". Así, el robot puede escribir miles de felicitaciones corporativas sin necesidad de paradas o interrupciones por tareas de mantenimiento.